LAGOS. En un principio el número de víctimas se situó en 17 por los informes proporcionados por un hospital de la ciudad, pero la NEMA actualizó el número final después de realizar un recuento más exhaustivo de los fallecidos.
La primera explosión ocurrió ayer sobre las 21.15 horas (20.15 GMT) cerca de un centro comercial y causó la muerte de cinco personas, según detalló la televisión nigeriana TVC.
Tan solo cuatro minutos después, otra bomba fue detonada en las inmediaciones de una mezquita, repleta de fieles que realizaban las oraciones de la noche, donde al menos 12 personas murieron y otras muchas resultaron heridas.
Horas antes de esos dos ataques, un atentado suicida había causado otros 6 muertos en una iglesia del noreste.
Pese a que la actividad terrorista se concentra en los estados del norte de Nigeria, Jos, la capital del estado de Plateau (centro), también ha sido objeto de ataques en numerosas ocasiones.
Por el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría de estos ataques, pero todas las sospechas apuntan al grupo terrorista Boko Haram, que en la última semana ha protagonizado una oleada de atentados en la que han muerto más de 200 personas.
La peor masacre ocurrió durante el pasado martes y miércoles, cuando los terroristas asaltaron varias aldeas norteñas y mataron a unas 150 personas, la mayoría de ellas asesinadas durante las oraciones del Ramadán.
Desde que el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, juró su cargo a finales de mayo, Boko Haram ha intensificado su campaña de atentados en el país, pese a los avances de la operación militar conjunta entre Chad, Camerún, Níger y la propia Nigeria.