BRUSELAS. "Si los griegos votan 'no', la posición griega quedará dramáticamente debilitada", ha asegurado Juncker, tajante, en una rueda de prensa en Luxemburgo, al ser preguntado por las perspectivas de un acuerdo entre Atenas y los acreedores.

El presidente del Ejecutivo comunitario ha querido ser breve en sus respuestas a la prensa sobre Grecia, y se ha limitado a reiterar que un 'no' dañará la posición helena si se retoman las negociaciones y que, aún ganando el 'sí', tales negociaciones serían "difíciles".

El ministro de Economía griego, Yanis Varoufakis, ha asegurado esta mañana que las negociaciones entre las partes seguían en marcha, algo que el jefe del Ejecutivo comunitario también ha negado. "No hay negociaciones en marcha", ha dicho.

Bruselas y el Eurogrupo ya avisaron esta semana de que cualquier contacto con el Gobierno de Alexis Tsipras quedaba aparcado hasta la celebración del referéndum.

El primer ministro luxemburgués y presidente de turno de la UE, Xavier Bettle, también ha apuntado la dificultad de los contactos si se retoman las negociaciones y ha señalado la pérdida de confianza en Tsipras, a quién ha pedido que mantenga "el mismo discurso en su país y en Bruselas".

"He llamado al señor Tsipras y le he dicho que nuestra presidencia se va a basar en una cosa que se llama confianza. Pasé dos días con Tsipras en Bruselas y no dijo ni una palabra sobre el referéndum en la reunión, al día siguiente escucho en las noticias que plantea un referéndum" se ha quejado el luxemburgués.

En cualquier caso, Bettel ha rechazado que el resultado del referéndum deba interpretarse o como un 'sí' o un 'no' a Tsipras como primer ministro, sino que tiene que ver con el lugar de Grecia "en Europa y el euro". Se trata de un referéndum también "sobre el futuro de Europa y el futuro del euro", ha añadido.

Para el primer ministro luxemburgués, el plazo de dos semanas para celebrar esta consulta "no es el ideal", ya que a su juicio no hay tiempo suficiente para explicar a los griegos lo que significa y lo que supone votar en un sentido u otro.

"El referéndum tendrá consecuencias, porque habrá que respetar la elección de los griegos", ha concluido.