bruselas - La solución para Grecia no llegó. El Eurogrupo, reunido de forma extraordinaria por videoconferencia, rechazó ayer la petición in extremis de Grecia de prorrogar el actual rescate, que expiró anoche, y de aprobar un tercer programa de ayuda. Este solo llegaría, según condicionó Bruselas, después del referéndum convocado por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, para el próximo domingo. El movimiento griego cogió por sorpresa a los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona, que no aceptaron el envite, ya que entienden que Tsipras está contra las cuerdas. El Eurogrupo volverá a reunirse hoy para profundizar en los detalles de la última propuesta de Atenas. Mientras, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, anunció que no pagaría los más de 1.600 millones de euros que debía abonar antes de la pasada medianoche al Fondo Monetario Internacional, aunque el Gobierno griego pidió al FMI aplazar el pago. Además, informó de que el Gobierno utilizará medidas legales en el Tribunal de Justicia Europeo para evitar una expulsión de Grecia del euro.

“El segundo rescate se ha acabado, no hay ninguna posibilidad ya de prorrogarlo”, aseguraron fuentes diplomáticas, que incidieron en que “la extensión ya no es una posibilidad”, pese a que en Bruselas se había mencionado la posibilidad de “parar los relojes”, al menos hasta la celebración de la consulta si el Gobierno de Syriza aceptaba las propuestas de sus socios. Tsipras solicitó mediante una carta a sus socios una prórroga “corta” y un nuevo “préstamo” de dos años para hacer frente al pago de la deuda de Grecia tanto externa como interna, insistió en la reestructuración del débito y no hizo alusión al FMI.

campaña por el ‘sí’ El texto tampoco hacía referencia a la posibilidad de que el Gobierno griego cambiara de opinión e hiciera campaña a favor de un voto positivo en el referéndum sobre la oferta de condiciones puesta encima de la mesa por los acreedores, tal y como esperan sus socios para reabrir las negociaciones. “Las circunstancias políticas y la posición del Gobierno griego no han cambiado”, constató del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

La posibilidad de una prórroga se evapora con el correr de las horas y, con ella, los fondos pendientes del desembolso del rescate y de un acuerdo, que sumarían un total 16.000 millones de euros, según fuentes comunitarias. La cifra incluye solo la parte europea del último tramo pendiente de 7.200 millones de euros del segundo rescate, de los que 3.500 millones corresponden al FMI, por lo que solo afectaría a los 1.800 del Banco Central Europeo (BCE) y a los 1.900 del fondo de rescate de la eurozona. A esos 3.700 millones del Banco Central Europeo y del fondo de rescate se sumarían los 10.900 millones de la reserva de la eurozona para la recapitalización de la banca griega y los beneficios de las operaciones con sus bonos de deuda este año por el BCE, que representan entre 1.400 y 1.800 millones de euros. El Fondo europeo confirmó anoche que este último tramo ya no estará disponible.

Respecto a la concesión de un tercer rescate, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer que Berlín no hablará de la cuestión antes de que se celebre el referéndum. Esta postura es compartida por “varios países”, indicaron las fuentes diplomáticas.

El rechazo de una prórroga también tiene importancia de cara a las decisiones que tome el BCE sobre las líneas de financiación de emergencia que concede a la banca griega. Tras el fin de las negociaciones y el anuncio del referéndum, el BCE ha dejado elevar el techo de créditos que concede al sector, lo que pone en una situación difícil a la banca griega, tras las importantes salidas de depósitos sufridas en las dos últimas semanas y el corralito establecido este lunes.

La pasada medianoche también venció el plazo para que Grecia devolviera al FMI cerca de 1.600 millones, de modo que, como adelantó el Gobierno heleno, el país se encuentra ya en situación de “mora”, aunque no automáticamente en impago.

Antes del fin del Eurogrupo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, abrió la puerta a la posibilidad de que la situación se resuelva de una manera imprevista. “Me vuelvo a la Comisión Europea para seguir con Atenas, lo que probablemente va a producir resultados que no tienen nada que ver con lo que ustedes han escrito”, aseguró. Otro motivo para la esperanza la dio ancohe el viceprimer ministro griego, Yanis Dragasakis, quien dijo que aconsejó a Tsipras, aceptar la propuesta de las instituciones, y dejó entrever que de lograrse un acuerdo el Gobierno podría cancelar el referéndum previsto para el domingo. - Efe/E.P.

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