BRUSELAS. A su llegada a la reunión del Eurogrupo, la quinta que se celebra en los últimos díez días centrada en Grecia, la mayoría de los ministros rechazaron un movimiento de Atenas que criticaron por unilateral, a la vez que advirtieron de que el tiempo se acaba, a tan solo tres días de que expire el rescate heleno.

"Estamos cada vez mas cerca en que el plan B se convierta en plan A", afirmó el ministro de Economía de España, Luis De Guindos, quien consideró "difícil" que se conceda una nueva prórroga a Grecia de su rescate, que expira el martes 30, tras "una cierta ruptura unilateral de las negociaciones" por parte de Atenas.

"Estoy muy negativamente sorprendido por la decisión del Gobierno griego, aparentemente han rechazado las últimas propuestas sobre la mesa de las tres instituciones", dijo por su parte el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

Añadió que "es una decisión triste para Grecia porque ha cerrado la puerta a más conversaciones cuando la puerta aún estaba abierta".

En la misma línea se pronunció el ministro alemán, Wolfgang Schäuble, que indicó que "estábamos tratando de negociar una posición común entre el Eurogrupo y Grecia, pero ahora el Ejecutivo griego ha dado por terminadas unilateralmente las negociaciones y ahora tenemos que ver las consecuencias".

Además, el secretario de Estado de Finanzas de Holanda, Eric Wiebes, señaló que "no ve razones" para conceder una prórroga del rescate a Grecia, mientras que el ministro de Finanzas belga, Johan van Overtveld, indicó también que "no cree" que esto suceda.

"Creo que hay una mayoría en el Eurogrupo que piensa que una extensión está descartada", dijo el titular finlandés, Alexander Stubb.

Dijsselbloem indicó que el Eurogrupo tiene que "hablar sobre futuras consecuencias", mientras que De Guindos recordó que las decisiones sobre una extensión "tienen implicaciones sobre las decisiones posteriores que tiene que tomar el Banco Central Europeo", en un momento en que "la situación de liquidez de los bancos griegos no es boyante".

El responsable maltés, Edward Scicluna, destacó que el referéndum es una opción legítima pero que éste se ha anunciado en un momento "muy desafortunado" dado que los efectos de un posible impago al Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte de Grecia pueden empezar a sentirse la próxima semana.

El próximo martes Atenas debe pagar 1.600 millones de euros al FMI, el mismo día en el que expira su rescate y con él, las posibilidades de que el país acceda de manera inmediata a financiación por parte de sus socios y acreedores.

En Bruselas, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, recalcó que las tres instituciones que formaban la troika "siempre hemos mostrado flexibilidad para adaptarnos a la nueva situación económica y política en Grecia y es lo que seguiremos haciendo".

Lagarde reiteró la necesidad de que Grecia aplique reformas "profundas", al tiempo que la eurozona ofrece al país "apoyo financiero".

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, destacó que aún considera que "donde hay voluntad hay una camino" y llamó a continuar el diálogo, de manera que el Eurogrupo vea ahora si "aún es posible un acuerdo".

"Espero que, de algún modo en las próximas horas, si el Gobierno griego recapacita sobre su decisión, evidentemente todo se puede volver a abrir porque tenemos tiempo todavía", puntualizó De Guindos.

El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, entró sonriente al edificio en que se celebra la reunión, sin hacer comentarios.