Londres - La reforma del sistema sanitario protagonizó ayer un debate cruzado entre los dos principales partidos británicos, el conservador y el laborista, prácticamente empatados en las encuestas de cara a las elecciones generales del 7 de mayo. El primer ministro, el conservador David Cameron, prometió una inversión adicional de 8.000 millones de libras anuales (unos 10.800 millones de euros) durante la próxima legislatura si sale reelegido, un plan que los laboristas consideran “imposible de creer”. El Partido Conservador se comprometió a asegurar la asistencia médica en el mismo día en los centros de atención primaria para los mayores de 75 años, contratar a 5.000 nuevos médicos de familia y mejorar la coordinación entre los ambulatorios y los hospitales. “Como alguien que necesitó el apoyo del sistema público de salud en el momento más difícil de su vida, estoy profundamente comprometido con asegurar que está ahí para todo el que lo necesite”, dijo Cameron.

Para el portavoz de Economía de los laboristas, Chris Leslie, las promesas de los conservadores responden al “pánico” del partido ante la ligera ventaja que mantiene en las últimas encuestas la formación liderada por Ed Miliband, un 35% para los laboristas por un 33% los conservadores.

Como respuesta al plan que de Cameron, Miliband presentó ayer un programa para asegurar a cualquier mujer embarazada la asistencia individualizada de una comadrona. “Entiendo lo importante que resulta esa asistencia para las madres, los bebés y también para los padres. Las familias atraviesan momentos de nervios, pero en ocasiones los recortes en el sistema sanitario hacen que las enfermeras, los médicos y las comadronas no dispongan de tiempo para atenderles como desearían”, afirmó. - Efe