TOKIO. La iniciativa entrará en vigor mañana y permitirá expedir certificados de unión civil a parejas homosexuales, lo que sienta un importante precedente en un país donde la legislación civil no reconoce derecho alguno para las parejas homosexuales.
Según la ordenanza aprobada hoy por el consistorio local, estos certificados reconocerán a las parejas del mismo sexo como uniones diferentes al matrimonio y no serán legalmente vinculantes.
No obstante, la ordenanza incluye medidas para garantizar que a las uniones homosexuales se les otorga un estatus similar al de los matrimonios a la hora de acceder a beneficios fiscales, a servicios sociales o a contratos a título compartido.
De este modo, el consistorio local ha salvado el escollo de la Constitución nipona, que define al matrimonio como "unión basada sólo en el consentimiento mutuo de personas de diferente sexo".
La decisión del distrito tokiota ha sido acogida con satisfacción por los defensores de los derechos de los homosexuales y por políticos implicados en la causa, aunque también ha sido criticada por sectores más conservadores e incluso por el Gobierno central.
El alcalde de Shibuya, Toshikate Kuwahara, manifestó que corresponde ahora al Estado central "actuar para evitar la discriminación de los homosexuales", en una rueda de prensa organizada la semana pasada.
En cambio, el secretario general del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), Sadakazu Tanigaki, señaló hoy que la iniciativa de Shibuya "podría afectar a los cimientos del sistema social" del país, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, también se ha mostrado reacio a legalizar el matrimonio homosexual y ha pedido "cautela" para tratar la cuestión, ya que a su juicio "afecta a la noción de cómo deben ser las familias", según dijo en un debate parlamentario el pasado día 19.
Otros municipios de Tokio, como el de Setagaya, han empezado también a tramitar el reconocimiento de las uniones homosexuales.