Atenas - En tan solo una semana de trabajo, en que ha anunciado varias medidas económicas y ha mantenido algunos desacuerdos con Europa, el nuevo Gobierno griego ha logrado que la mayoría de los ciudadanos, incluso desde fuera de las filas de Syriza, apruebe su gestión.
Una encuesta realizada por el instituto demoscópico Public Issue para el diario Avgi otorga al Gobierno el 67% de aprobación y a Tsipras el 70% de apoyo, aunque lo más llamativo es que uno de cada tres votantes de la conservadora Nueva Democracia reconoce la buena disposición del nuevo Ejecutivo.
En el primer Consejo de Ministros con Alexis Tsipras al frente, el Gobierno anunció sus próximos pasos: la paralización del programa de privatizaciones de las eléctricas, de los puertos y los aeropuertos, el aumento del salario mínimo a 751 euros y la readmisión de funcionarios despedidos inconstitucionalmente, medidas con que concretaba algunas de sus promesas electorales.
Negociaciones Esta semana el Gobierno también sentó las bases de las negociaciones con la troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) en las reuniones con las primeras autoridades europeas que han visitado Atenas.
Pero no fue hasta el encuentro con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, cuando el Ejecutivo heleno sirvió su plato fuerte de la mano del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis.
“No tenemos intención de trabajar con una comisión (la troika) que no tiene razón de existir, incluso desde la perspectiva del Parlamento Europeo”, dijo Varufakis, en su comparecencia con Dijsselbloem.
Estas palabras, que solo ratificaban la postura que Syriza defendió en sus tiempos en la oposición, encendieron las alarmas en Europa y provocaron la reacción de varios de sus líderes que reclamaron a Grecia “el cumplimiento de sus obligaciones”.
“No me parece bien el tono tan duro de las visitas europeas hacia Grecia, un país que es tan hospitalario”, afirma Fotis, portero de un edificio de oficinas, que votó por Syriza porque veía necesario un cambio. - Remei Calabuig