RIAD. La ejecución del condenado, detenido cuando transportaba "una gran cantidad" de anfetaminas, fue efectuada en la zona de Al Yuf, fronteriza con Jordania y ubicada en el norte de Arabia Saudí, según la nota.

Este tipo de ejecuciones se aplican en virtud de una interpretación radical de la "sharía" (ley islámica), que consiste en decapitar al acusado con un sable.

El ejecutado fue condenado por una corte de primera instancia, y la sentencia a la pena capital fue confirmada posteriormente por los tribunales de Apelación y Supremo.

El acuerdo final fue, como es habitual, otorgado por el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, quien, tras su reciente ascenso al trono después de la muerte de su hermano Abdalá, ha continuado con la política de este tipo de ejecuciones presente en el país.

En el ultraconservador reino saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que impone castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros.

En las últimas semanas ha generado mucha polémica los latigazos propinados al destacado activista Raef Badaui, condenado por insultar al islam, cuya sentencia ha quedado suspendida por el momento.