buenos aires - La fiscal Viviana Fein, encargada de esclarecer la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, investigará si su fallecimiento fue un “suicidio inducido”, tras confirmar que se disparó en la cabeza con el arma encontrada junto a su cadáver en Buenos Aires. “No lo descarto bajo ningún punto de vista”, sostuvo Fein tras ser preguntada sobre si se baraja la hipótesis de que el fiscal fuera obligado o amenazado para que se disparase a sí mismo. Fein confirmó que la pistola con la que se disparó Nisman pertenecía a uno de sus colaboradores, “era un arma que tenía hace bastante tiempo, un arma calibre pequeño, 22, no la usaba, la pidió prestada”.
“Supongo cuando uno solicita un arma a un colaborador ha decidido por voluntad no continuar, desconozco las razones hay que estar en la mente de las personas en ese momento, o bien porque había otro tipo de motivaciones”, explicó la Fiscal en declaraciones a la cadena de televisión TN. Fein apuntó que Nisman disparó apoyando el arma calibre 22 encontrada junto a su cadáver contra su parietal derecho o “a una distancia máxima de un centímetro” y descartó la participación directa de terceras personas. Según la fiscal, “se puede presumir” que el horario de muerte fue “aproximadamente las 15.00 hora local del día domingo”, aunque el cuerpo no fue encontrado hasta varias horas después.
El proyectil, que quedó alojado en la cabeza de Nisman, fue entregado a balística y se esperan también los resultados del barrido electrónico, aunque “es muy difícil que un arma tan pequeña pueda dejar restos de pólvora en las manos”, como se comprobaría posteriormente. Sin embargo, las marcas en la mano del fiscal y el estado “acalambrado” de su dedo permiten determinar ya que él mismo fue el ejecutor del disparo, apuntó Fein.
Además, la fiscal confirmó que cuando llegó a la vivienda de Nisman, casi a la vez que el juez, el secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni, ya se encontraba en el apartamento pese a que ella no había convocado a nadie del Poder Ejecutivo. “Desde el momento en que yo llegué, la preservación estaba, la posición era la que había sido originalmente del cuerpo, se pudo determinar por la rigidez. En cuanto a todo lo que se secuestró está debidamente resguardado”, recalcó. Ayer martes la fiscal comenzó a tomar declaración tanto a los custodios de Nisman como al personal de seguridad del edificio y ya hay una custodia en el despacho del fallecido en la Fiscalía para preservar pruebas. En cuanto a la documentación de la causa AMIA, ha sido derivada al juez federal Ariel Lijo.
protesta multitudinaria Tras conocerse la noticia, miles de personas se congregaron en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para exigir una investigación exhaustiva sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, convocadas por redes sociales con la etiqueta #YoSoyNisman en la que los argentinos expresaron su conmoción por este caso.
“Que los argentinos podamos suponer, sospechar siquiera que un Gobierno pueda matar a un fiscal es, sin más, la muerte de ese Gobierno. #Nisman”, escribió ayer el escritor argentino Martín Caparrós en la red social Twitter. Como él, muchos otros referentes de la cultura, el periodismo y la política, además de miles de ciudadanos anónimos, eligieron las redes sociales para recordar al fiscal que investigaba el atentado terrorista que dejó 85 víctimas mortales en 1994. “Qué triste todo esto. Sensación de impunidad, de impotencia, de injusticia, de inseguridad, de violencia, de códigos mafiosos. Día de luto”, manifestó el popular presentador televisivo Marcelo Tinelli en su perfil de Twitter.
La escritora Claudia Piñeiro utilizó la red social para vincular la repercusión del suicidio de Nisman con otro caso icónico de extraño suicidio en Argentina, el del empresario Alfredo Yabrán, cercano al expresidente Carlos Ménem, que se suicidó en 1998. “Nadie sabe aún qué pasó, pero si muchos no creyeron en el suicidio de (Alfredo) Yabrán, muchos más no creerán en el de Nisman”, señaló Piñeiro. “La muerte de Nisman va a ser para este Gobierno lo que Malvinas fue para los militares. El Gobierno tenía la obligación de garantizar su seguridad”, expresó el cineasta Enrique Piñeyro.
Por su parte, el periodista Jorge Rial compartió: “Amanecer de un día donde el silencio tiene el peso de un grito. La sensación de haberse levantado en otro país. Que algo valioso perdimos”.
“En 12 días la denuncia completa de Nisman estará en manos del juez Ariel Lijo. Completa. Con todas las escuchas. A ese juez hay que cuidar”, publicó a su vez el empresario Daniel Hadad. - Efe