jerusalén - Jerusalén despidió ayer con un funeral oficial a las cuatro víctimas del ataque al supermercado “de París con la asistencia de familiares, autoridades y personas anónimas que quisieron expresar su apoyo a la comunidad judía francesa.

Cientos de asistentes se acercaron al cementerio de Guivat Shaul para dar su último adiós a los restos de Yoram Cohen, Philippe Barham, Yoav Hatab y Francois Saada, que habían llegado antes del amanecer al aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.

En el camposanto más grande de la urbe se dieron cita numerosos miembros de la comunidad judía francesa, algunos portando carteles con fotos de los fallecidos y la leyenda “No somos más que judíos”, en un sepelio que levantó gran expectación mediática y al que acudieron cerca de dos millares de personas.

Entre los asistentes se repetía de forma sistemática el mantra “los asesinaron sólo porque eran judíos”, frase que pone de manifiesto el sentir de la comunidad judía francesa que, en los últimos años, viene sufriendo en territorio galo ataques antisemitas por parte de radicales islamistas.

Sobre la sensación de peligro que dicen experimentar numerosos franceses judíos, Gombin dijo que “hay algunos que son religiosos, que viven en comunidad y sienten verdaderamente la falta de seguridad, pero otros seculares, que no lucen símbolos externos y están más integrados, desarrollan una vida normal” en Francia.

En ese sentido, el presidente israelí, Reuven Rivlin, lamentó que “en 2015, setenta años después de la II Guerra Mundial, los judíos tengan temor de ir con kipá y vestir su tzitzit (manto sagrado)” en los países europeos.

Uno de los momentos del acto se produjo cuando la viuda de una de las víctimas tomó el micrófono para hablar entre sollozos y la acogió un silencio sepulcral sólo interrumpido por el llanto de varias personas. “Hoy lloro, pero sé que todos lloráis conmigo y os lo agradezco. Nunca imaginé esto”, susurró Valérie, viuda de Philippe Barham. - Daniela Brik