BRUSELAS. "Esto va a explotar", dijo un individuo a las personas que esperaban en la parada del autobús, donde se ha encontrado un paquete sospechoso, asegura este medio.
La policía y los servicios de desactivación de explosivos acudieron al lugar y tras examinar el paquete anunciaron que se trataba de una falsa alarma y que no contenía ningún explosivo.
El alcalde de Etterbeek, Vincent De Wolf, entrevistado por la emisora RTBF, indicó que había que tomar la alerta en serio porque no se trataba solo de un paquete sospechoso sino de una persona que ha indicado a los usuarios del autobús que debían marcharse porque iba a explotar.
"En hora punta, hay que tomarlo en serio", añadió.
Los edificios de la zona fueron evacuados y el barrio de la Chasse acordonado.
Esta misma publicación adelantó este lunes que Bélgica quiere acelerar la adopción de las medidas contra el terrorismo y la radicalización y que el ministro belga de Seguridad e Interior, Jan Jambon, presentará "en los próximos días" sus propuestas "para un enfoque global del radicalismo, en los aspectos de la prevención y la represión".
Bélgica es el país por numero de habitantes más afectado por el fenómeno de los llamados "combatientes extranjeros", europeos que parten a zonas de conflicto como Siria o Irak para sumarse a las filas yihadistas y vuelven a la UE radicalizados.
No obstante, tras los ataques de Francia, que costaron la vida a 17 personas, Bélgica mantiene de momento la alerta en el nivel dos de los cuatro posibles.
Otra amenaza de bomba, que luego resultó ser falsa, obligó el domingo a evacuar la redacción "Le Soir" en Bruselas.