gasteiz - El atentado de París, además de provocar la repulsa mundial, ha servido también para que los partidos y grupos de la ultraderecha europea aireen sus mensajes más xenófobos. La primera fue la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, que abogó por introducir la pena de muerte en el ordenamiento jurídico francés “para los crímenes más odiosos”. “Siempre he dicho que me gustaría ofrecer a los franceses la posibilidad de expresarse sobre este tema por medio de un referéndum”, defendió Le Pen. Francia abolió la pena capital en el año 1981. Para la líder ultraderechista, el atentado ha puesto de manifiesto que el “fundamentalismo islamista” está “en guerra contra Francia” y llamó a responder contra la “barbarie”. “La nación ha sido atacada, nuestra cultura, nuestro modo de vida”, advirtió.

Al otro lado del Canal de la Mancha, el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, hizo hincapié en la necesidad de un fuerte control de la inmigración tras el atentado en Francia. El líder eurorófobo declaró que las políticas de multiculturalismo implementadas en los últimos años han provocado que los inmigrantes mantengan sus costumbres, en lugar de integrarse en la comunidad, y pidió la aplicación de una “política de control de la inmigración”. El polémico político, que ha avanzado en las encuestas de intención de voto en el último año con sus propuestas antieuropeas y antiinmigración, afirmó que existe una “quinta columna” que vive en Reino Unido y Francia, responsables de los ataques terroristas como el ocurrido contra Charlie Hebdo. - DNA