Washington - El presidente de EEUU, Barack Obama, sostuvo ayer que “el cambio va a llegar” a Cuba, pese a que el país mantiene un régimen “que reprime a su pueblo”, al defender su decisión de iniciar el proceso para normalizar las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana. En su última conferencia de prensa del año, Obama aclaró también que, por el momento, no hay planes de una visita suya a Cuba ni tampoco de que el presidente cubano, Raúl Castro, vaya a viajar a Washington. “El cambio va a llegar (a Cuba). Tiene que hacerlo”, subrayó el presidente. Obama afirmó, además, que comparte “las preocupaciones” sobre la situación de los disidentes y de los derechos humanos en la isla, y que, como sostuvo el pasado miércoles en un discurso sobre Cuba, no espera que se produzcan “cambios de la noche a la mañana” tras el acuerdo para normalizar las relaciones, rotas desde 1961. Ese acuerdo fue anunciado el miércoles por Obama y Raúl Castro, y contempla la apertura de embajadas en Washington y La Habana en los próximos meses.

Asimismo, incluye la flexibilización de las restricciones a los viajes y el comercio entre EEUU y Cuba, y a las remesas que reciben los cubanos desde territorio estadounidense. “El objetivo de normalizar las relaciones es que nos da (a Estados Unidos) una mayor oportunidad de influir para que se produzcan cambios”, argumentó el mandatario.

Según Obama, “en última instancia” será necesario “terminar con el embargo” económico impuesto unilateralmente por EEUU a la isla en 1961, algo que está en manos del Congreso. El presidente Obama, afirmó también ayer que Cuba sigue siendo “un régimen que reprime a su pueblo” y que comparte las preocupaciones sobre la situación de los disidentes en la isla. No obstante y pese a las palabras de Obama, el exilio cubano en Miami se prepara para celebrar hoy sábado, su primera manifestación de protesta contra el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, anunciado esta semana por el presidente Obama.

La concentración se llevará a cabo en el Parque de José Martí, a pocas manzanas de la Calle Ocho de la Pequeña Habana, donde el exilio ha recibido el deshielo entre Washington y La Habana dividido entre un sentimiento de “traición” por el anuncio de Obama, y la “esperanza” de generaciones más jóvenes que ven este cambio como algo “positivo” y necesario.

El histórico acercamiento entre EEUU y Cuba anunciado el pasado miércoles por Obama ha pulsado el resorte emocional del exilio, principalmente en Miami, donde un gran número de organizaciones han reaccionado con palabras muy duras contra el presidente estadounidense. “Traición”, “decepción”, “dolor”, “insulto”, “infamia” son algunas de las expresiones que definen el sentimiento de rabia de destacados grupos del exilio, como la Asamblea de la Resistencia Cubana, integrada por medio centenar de organizaciones, en la misma línea que lo han hecho el Directorio Democrático, Plantados, Madres y Mujeres Anti-represión. - Efe