Quibdó - El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, rechazó las condiciones del alto el fuego unilateral e indefinido que planteó la guerrilla de las FARC y afirmó ayer que el Gobierno no renunciará a su deber constitucional de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. “Por ningún motivo vamos a renunciar ni a hacer excepciones en el cumplimiento de esa obligación”, manifestó el presidente en un acto celebrado en la ciudad de Quibdó, capital del departamento occidental del Chocó.

Según él, “ni el presidente ni ningún miembro de las Fuerzas Armadas puede dejar de cumplir la Constitución ni las leyes de Colombia”, entre las que se encuentran “la obligación de defender la seguridad y las libertades” en cada rincón del país.

Comparó la exigencia de las FARC de que para la continuidad del alto el fuego no debe haber ataques por parte de la fuerza pública, con el regalo de una rosa: “pero cuando la abrimos hay un tallo lleno de espinas”. Por ello destacó que lo que su Gobierno va a hacer es “quitarle las espinas” para quedarse “con la rosa que nos acaban de enviar”.

El gobernante señaló que valora “el gesto del cese al fuego unilateral e indefinido”, anunciado el miércoles en La Habana por las FARC y que entrará en vigor mañana, si bien subrayó que no puede aceptar las condiciones de la guerrilla, como la de la verificación internacional. - Efe