CHINA. Ambos casos se han dado a conocer hoy, días después de que cuatro viajeros chinos fueran expedientados por las autoridades de su país, y sancionados en Tailandia, por amenazar con poner una bomba en un aparato y lanzar una sopa hirviendo al personal de cabina de un vuelo de Air Asia, tras una disputa menor.
En uno de los casos, un avión de la aerolínea shanghainesa China Eastern, entre la ciudad central de Xian y Sanya, un enclave turístico en la isla de Hainan, se vio dañado el pasado día 8 cuando el avión estaba acabando de detenerse y un viajero abrió la puerta de emergencia.
Esto provocó que se disparara el tobogán hinchable para evacuaciones de emergencia junto al ala derecha del aparato, cuya reparación costará a la compañía unos 100.000 yuanes (12.923 euros, 16.142 dólares), y que provocó un retraso de unas dos horas en el vuelo de regreso de la misma ruta, informó el portal local Soju.
En otro caso diferente, un viajero primerizo abrió la puerta de emergencia cuando su avión estaba a punto de despegar porque quería "tomar un poco de aire fresco", aunque la peligrosa maniobra fue corregida a tiempo y el incidente no llegó a provocar problemas de seguridad, ni daños, ni el retraso del vuelo.
El equipo de mantenimiento de la aerolínea local Xiamen Air (con sede en la ciudad costera del mismo nombre, en la provincia suroriental de Fujian) acudió a sellar enseguida la puerta de nuevo, y el avión salió dentro de su horario previsto, aseguró a un diario local el personal del aeropuerto de Hangzhou, de donde despegó.
"Era su primer viaje en avión", por lo que la compañía decidió no penalizar al pasajero, ya que "no causó un retraso ni ninguna otra pérdida directa a la aerolínea", según explicó un miembro de Xiamen Air al diario cantonés "Nanfang Dushi Bao", que recoge hoy los hechos, sucedidos el pasado domingo.
El pasajero, que tomó un vuelo entre las ciudades de Hangzhou (capital de la provincia de Zhejiang, a 170 kilómetros de Shanghái, y Chengdu, capital de Sichuan), había sido sentado junto a la puerta de emergencia del aparato, una posición que se suele adjudicar a viajeros con aspecto de ser físicamente capaces de abrirla.
Lo habitual es que se informe al pasajero que se sienta en ese lugar de que, en caso de emergencia, debe obedecer al personal del avión y seguir sus instrucciones para abrir la puerta si así se le indica, y de que puede cambiarse de asiento si no se siente capacitado para ello.
De hecho, la última "Guía de mejores prácticas de seguridad para las operaciones de cabina" de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), actualizada en mayo pasado, establece las normas que se aplican normalmente en todo el mundo en ese sentido.
"El tiempo es crítico durante una emergencia, y los pasajeros sentados junto a las salidas de emergencia del ala tienen un papel muy importante en asistir al personal durante una evacuación", asegura el manual.
Según la IATA, "es vital que los pasajeros sentados junto a la salida de emergencia del ala comprendan cómo y cuándo abrir las salidas específicas y, quizás de manera aún más importante, cuándo no abrirlas".