Bruselas - Bélgica vivió ayer una nueva jornada de paros regionales convocados por los principales sindicatos contra los planes de austeridad del Gobierno federal, protestas que provocaron importantes perturbaciones en el transporte público, en los aeropuertos, en los hospitales y escuelas, que mantuvieron unos servicios mínimos. Los paros, que tuvieron lugar en la región de Bruselas y las provincias de Brabante Flamenco y Brabante Valón, preceden a una huelga general convocada para el 15 de diciembre en protesta por las medidas acordadas por el nuevo Ejecutivo, que incluyen el retraso de la edad de jubilación o el salto de la indexación de los salarios.
Se trata de la tercera jornada de protesta en poco más de un mes y ha provocado la paralización total de trenes, metros, autobuses y tranvías en Bruselas y la cancelación de la mitad de los vuelos con origen o destino al aeropuerto de esa capital.
El 24 de noviembre hubo otra huelga en la región de Valonia (sur) y el 1 de diciembre una más en la región de Flandes (norte).
Tampoco funcionaron los trenes de alta velocidad que unen Bruselas con París, Londres, Amsterdam, Duseldorf y Colonia, servicio que podría verse afectado hasta hoy, según indicaron las compañías responsables.
Los mayores problemas tuvieron lugar en los accesos a la capital belga y en el Brabante Valón, debido a los atascos provocados por la presencia de piquetes, que también bloquearon la entrada a distintas zonas industriales. - Efe