brisbane - El cambio climático irrumpió ayer en la cumbre del G-20, después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciara una aportación de 3.000 millones de dólares al Fondo Verde de la ONU y pese a que Australia había excluido el asunto de la agenda.
Tras infructuosas presiones internacionales para que Australia incluyera el cambio climático en la agenda del G20, Obama eligió la ciudad australiana de Brisbane, sede de la cumbre, para revelar su aportación para ayudar a los países en vías de desarrollo, entre ellos los del Pacífico Sur, a afrontar sus efectos. “Anuncio que Estados Unidos da otro paso importante. Vamos a contribuir con 3.000 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima de forma que podamos ayudar a las naciones en desarrollo”, dijo Obama en el discurso. - Efe