Kiev - El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresaron ayer su preocupación por la entrada en Ucrania de armamento pesado desde Rusia con destino a las zonas rebeldes.
Durante una conversación telefónica, Poroshenko y Biden coincidieron al destacar que esas columnas de camiones militares ponen en peligro el arreglo pacífico del conflicto en el este de Ucrania.
Subrayaron que no se cumplen los acuerdos de paz de Minsk, que contemplan un alto el fuego, una línea de separación y una zona de seguridad entre los bandos, lo que amenaza con una nueva escalada del conflicto.
Poroshenko y Biden también coordinaron sus posturas con vista a la cumbre del G20 que se celebrará a finales de esta semana en Australia.
La Presidencia ucraniana anunció la visita de Biden el próximo 21 de noviembre, cuando se cumplirá el primer aniversario de las protestas que desembocaron en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich en febrero pasado. La voz de alarma la dio el lunes la misión de la OSCE en Ucrania que denunció la presencia de dos convoyes de 17 camiones militares cada uno con piezas de artillería y lanzadoras de misiles Grad en una zona controlada por los insurgentes en la región de Donetsk.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, advirtió ayer de que “la situación en la frontera entre Ucrania y Rusia apunta a que las dos partes se preparan para nuevas confrontaciones violentas”.
Estados Unidos también hizo hincapié en que los intentos de los insurgentes de reconquistar territorios supone una “flagrante violación” del protocolo y el memorándum de paz suscritos en septiembre pasado en la capital bielorrusa. - Efe