Sarajevo - Sarajevo lanzó ayer un mensaje de paz y unidad en Europa durante los actos para conmemorar el centenario del atentado que desató la Primera Guerra Mundial, aunque la propia Bosnia recordó dividida y de forma muy diferente la fatídica fecha. El 28 de junio de 1914, el serbobosnio Gavrilo Princip asesinó a tiros en la capital bosnia a los herederos del Imperio Austro-Húngaro, el archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía.

La conmemoración en Sarajevo culminó con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena, que comenzó con el himno bosnio y concluyó con el de la Unión Europea y el vals Las palmas de la paz de Joseph Strauss, como simbólico mensaje musical por la paz y el futuro común europeo.

El presidente austríaco, Heinz Fischer, los jefes de Estado croata, macedonio y montenegrino y otros invitados de varios países de Europa, así como altos cargos bosnios asistieron a la ceremonia, en la que no hubo representantes serbios ni serbobosnios. Fischer declaró antes del concierto que era una “señal de esperanza para el futuro” y de unidad para Europa que esa fecha fatídica pudiera recordarla junto a tantos otros altos mandatarios.

El exeurodiputado austríaco Carlos de Habsburgo-Lorena, nieto de Carlos I, el último emperador de Austria-Hungría, que también acudió al solemne acto, abogó ante la prensa por una Europa unida y fuerte para evitar futuros conflictos. “Necesitamos una Europa unida, y una cosa es segura: Europa nunca estará completa sin Bosnia”, señaló.

Los secretarios de Estado francés y alemán encargados de Asuntos Europeos, Harlem Désir y Michael Roth, respectivamente, abogaron también durante una conferencia por una Europa unida, con Bosnia y otros países balcánicos formando parte de ella.

La Biblioteca de Sarajevo, entonces Ayuntamiento, fue el último sitio visitado por Francisco Fernando y su esposa antes del atentado. La famosa orquesta interpretó allí obras de compositores austríacos, alemanes y franceses (Joseph Haydn, Franz Schubert, Alban Berg, Johannes Brahms y Maurice Ravel), bajo la batuta del maestro Franz Welser-Möst. “Con nuestra música deseamos mostrar el profundo respeto por la unidad de Europa, porque creemos que representa una empresa visionaria por la paz”, destacó el director austríaco al inicio del recital.

Cuando comenzó el concierto, se congregó de forma pacífica cerca del edificio una protesta de unas veinte personas con caretas con la imagen de Princip y pancartas con inscripciones como “Estamos nuevamente ocupados” y “Yo soy Gavrilo Princip”. El concierto fue la culminación de una intensa jornada de exposiciones, conferencias, obras de teatro y actos culturales por el centenario del magnicidio que desató la Gran Guerra, un conflicto que dejó diez millones de muertos.

Destacó, sin embargo, la ausencia de representantes serbios, que conmemoraban la fecha en una ceremonia paralela en la ciudad serbobosnia de Visegrad, en la que se homenajeó a Princip. La figura del autor del atentado es una muestra más de las grandes diferencias entre los políticos y pueblos bosnios, y mientras los serbios lo ven con un héroe y luchador por la libertad, la mayoría de los musulmanes y croatas lo perciben como un terrorista.

En este sentido, muchos serbios acusan a políticos musulmanes y croatas de intentos de revisionismo histórico, al pretender responsabilizar sólo a los serbios de la Primera Guerra Mundial y los conflictos de la antigua Yugoslavia en la década de 1990.