Bagdad - Las dos grandes batallas en el conflicto iraquí se libran actualmente en la ciudad septentrional de Tel Afar y junto a la refinería de Biyi, en las que ayer tuvo lugar una renovada ofensiva por parte de los insurgentes suníes. Las fuerzas iraquíes consiguieron repeler un ataque de los combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) sobre el aeropuerto de Tel Afar, en el que mataron a al menos 15 yihadistas y lograron hacerse con tres vehículos utilizados por los extremistas. Sin embargo, al norte de esa ciudad, los rebeldes impusieron su control en la zona de Al Ayadiya, donde miles de civiles se vieron obligados a dejar sus hogares precipitadamente. Vecinos de la localidad explicaron que, tras duros combates, los insurgentes suníes tomaron el control de la localidad, ubicada a once kilómetros de Tel Afar, en la provincia septentrional de Nínive.
Una fuente de seguridad y un helicóptero del Ejército bombardeó un convoy del ISIS que transportaba a combatientes en esa zona, a resultas de lo cual murieron trece insurgentes y fueron destruidos más de una decena de vehículos. La población civil sufrió con especial dureza los bombardeos de las fuerzas gubernamentales, como reveló un responsable del Consejo Provincial de Nínive, pues unos 13.000 vecinos se vieron forzados a abandonar sus hogares y nueve de ellos perdieron la vida. El vicepresidente del consejo, Nuredin Kablan, explicó que las autoridades locales exigieron a Bagdad que detuviese los bombardeos indiscriminados sobre civiles, y que ayude con alimentos y medicinas a los miles de desplazados. En una nueva muestra de la violencia desatada en esta ciudad, al menos 47 cadáveres de presos de una cárcel de Tel Afar fueron hallados ayer por vecinos de la localidad, tras ser ejecutados hace cuatro días supuestamente por sus carceleros.
Según denunció un preso que consiguió huir, los cuerpos pertenecían a detenidos que habían estado encarcelados en la prisión antiterrorista y fueron ejecutados por la policía ante la intensificación de sus combates contra el ISIS. Los cuerpos de los prisioneros fueron enterrados en una fosa común que ellos mismo habían cavado. - Efe