TOKIO. La legislación necesaria podría ser aprobada como pronto en otoño, según explicaron hoy fuentes cercanas al asunto a la agencia Kyodo.
El plan permitiría la contratación de no japoneses para realizar tareas de limpieza y cuidado de niños y ancianos en el hogar en Tokio y otras seis zonas económicas especiales designadas dentro del plan de reformas estructurales impulsado por el primer ministro, Shinzo Abe, y podría ser expandido a todo el país más adelante.
Actualmente la legislación nipona no permite a los ciudadanos japoneses la contratación de foráneos en este sector, solo a diplomáticos y a extranjeros acreditados como trabajadores altamente cualificados, un grupo que en total suma menos de 1.200 individuos en el país, según datos del Ministerio de Justicia.
Dado que las tarifas de los trabajadores japoneses del sector de servicio doméstico son muy altas en relación a otros países, lo que obliga a muchas niponas a abandonar su empleo para cuidar de sus hijos y de familiares dependientes, se cree que la medida podría reincorporar a unos 2,2 millones de mujeres al mercado laboral.
Potenciar la presencia femenina en la economía nipona para potenciar el crecimiento es uno de los principales objetivos que se ha planteado el actual Gobierno, que tiene como meta que para 2020 el 30 por ciento de los altos cargos en Japón sean mujeres (actualmente son el 1 por ciento).
Japón es uno de los países desarrollados con menor volumen de inmigración (menos de un 2 por ciento de la población) y en los que también existe mayor desigualdad en el mercado laboral.
Potenciar la inmigración -un tema controvertido que los nipones suelen rechazar en las encuestas generalmente por temor a que suba la tasa de criminalidad o a que se rebajen los salarios- es un factor que el Gobierno baraja cada vez más como solución ante el fuerte decrecimiento poblacional del país.
Más aún, cuando un comité del Ejecutivo recomendó en febrero contratar 200.000 inmigrantes cada año a partir de 2015 para hacer frente al problema, una medida que reclama también el sector empresarial.