bruselas - Los números todavía no les cuadran pero la alianza de ultraderecha formada entorno al Frente Nacional francés que lidera Marine Le Pen está empeñada en conseguir grupo propio en la próxima Eurocámara. Un objetivo complicado -se necesitan 25 eurodiputados de 7 Estados distintos- si se tiene en cuenta además que tendrá que pescar a otras formaciones políticas en el mismo estanque en el que lo hace también el euroescéptico británico, Nigel Farage. De momento, según confirmó ayer la ultraderechista gala en una multitudinaria comparecencia en Bruselas, contestada por cientos de jóvenes frente a la sede del Europarlamento, no disponen de apoyos suficientes pero confían en que lo lograrán antes de que se constituya la cámara en el mes de julio.

"No tenemos absolutamente ninguna inquietud sobre la existencia futura de nuestro grupo", aseguraba satisfecha con los 24 escaños logrados por su partido, cifra que multiplica por ocho el resultado de hace cinco años. Junto a ella el ultraderechista holandés y líder del Partido de la Libertad (4 escaños), Geert Wilders, el del FPÖ austriaco (otros 4) Harald Vilimsky, de la Liga norte italiana (5 escaños) Matteo Salvini, y Gerolf Annemans, del Vlaams Belang belga (1 escaños). 5 partidos que suman entre todos ellos 38 escaños lo que significa que necesitan formaciones de al menos otros dos países para cumplir con el criterio de la cámara. "Tengo confianza en que seremos capaces. Si nos preguntan con qué partidos estamos hablando no se lo diremos pero estamos escribiendo historia en la Unión Europea", dijo Wilders.

tras los mismos objetivos Todos ellos defienden los mismos objetivos: "luchar por la soberanía nacional", "contra la superfederalización de Europa" y "bloquear cualquier nuevo avance en la Unión Europea en detrimento de los pueblos". Todo ello desde una óptima antiinmigración y antiislam que no todos los partidos de extrema derecha y euroescépticos ven con buenos ojos. De hecho, hasta Farage ha calificado al Frente Nacional de racista. Un ataque que Le Pen achacó ayer a "razones tácticas" y al objetivo del británico de seguir liderando el grupo euroescéptico Europa de la Libertad y la democracia. "Seguramente le gustaría que no pudiéramos constituir nuestro grupo. ¡Lo siento Nigel pero vamos a constituir nuestro grupo! y como nosotros somos demócratas no intentaremos impedirle que constituya el suyo", advirtió. Es más, aunque no hay visos de unión entre ambos frentes, sí dejaba constancia de que en el futuro podrían estar dispuestos a trabajar en la Eurocámara junto a Farage y constituir "un frente para oponerse a los elementos más dañinos de la Unión Europea".

De momento, no obstante, se niegan a revelar sus cartas -"no vamos a dar pistas por que la negociación exige discreción", insistió la dirigente gala- pero lo cierto es que las opciones de negociación de cara a las próximas semanas los grupos tendrán que estar constituidos para finales de mes no son muchas. Formaciones como los Verdaderos finlandeses (2 escaños) o el Partido del Pueblo Danés (4) ya han dicho que tienen intención de aliarse. Otros como los Demócratas Suecos (2) parecen ver con mejores ojos al grupo del euroescéptico Nigel Farage y si se tiene en cuenta que Le Pen ya ha descartado aliarse con el griego Amanecer Dorado (3), el Jobbik húngaro (3) y el Partido Nacional Demócrata alemán (1), por diferencias insuperables, las opciones se reducen básicamente a dos: al KPN polaco (4) y al lituano Orden y Justicia (2).

Las próximas semanas será claves pero la batalla por hacerse con el liderazgo del euroescepticimos en el hemiciclo ya ha empezado. De hecho, el británico Farage también se encuentra esta semana en la capital comunitaria y ayer almorzaba con el cómico italiano Beppe Grillo, líder del movimiento 5 estrelas y otro de los grandes triunfadores en las elecciones con sus 17 escaños.