mogadiscio - Al menos 11 personas, siete terroristas y cuatro policías, murieron ayer en un ataque de la milicia radical islámica somalí Al Shabab al Parlamento somalí en Mogadiscio.
Además, cuatro diputados y siete soldados resultaron heridos, junto a un número todavía indeterminado de civiles. Los fundamentalistas hicieron explotar un coche bomba en la puerta principal de la Asamblea Nacional en Mogadiscio y accedieron después al interior, donde comenzaron a disparar.
Siete milicianos de Al Shabab entraron en la Cámara con uniformes de las fuerzas de seguridad con la intención de matar a los parlamentarios, pero los guardias resistieron la ofensiva y mataron a todos los atacantes.
El primer ministro somalí, Abdiweli Sheij Ahmed, ordenó a todos los cuerpos de seguridad tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los diputados, lo que ha dado la supervivencia de todos ellos. "Todos los miembros del Parlamento están vivos y han sido evacuados y puestos a salvo", aseguró la Misión de la UA a través de su cuenta de Twitter.
Los cerca de 140 diputados que celebraban una sesión cuando los terroristas asaltaron el edificio fueron evacuados por la Policía y soldados de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), que derribaron un muro para una huida segura.
reivindicación El portavoz militar de Al Shabab, Shiej Mustafa Abuu Muscab, reivindicó el "exitoso" asalto al Parlamento en declaraciones a los medios.
Las Fuerzas de Seguridad somalís despejaron el Parlamento y la situación volvió a la normalidad. Las tropas de la AMISOM, el Ejército somalí y varias milicias progubernamentales combaten a Al Shabab, el grupo yihadista dominante desde 2006 en ese país. Al Shabab, que anunció en febrero de 2012 su unión formal a la red terrorista Al Qaeda, lucha para instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
Somalia vive un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados. - Efe