san petesburgo/kiev - El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo ayer que Moscú reconocerá el resultado de las elecciones presidenciales de mañana domingo en Ucrania porque desea una salida de la crisis. "Vamos a respetar y reconocer el voto que expresen los ucranianos", señaló Putin en el Foro Económico de San Petersburgo, aunque subrayó que el depuesto mandatario Víktor Yanukóvich "sigue siendo el presidente en activo" de Ucrania.

El jefe del Kremlin señaló que Moscú estará dispuesta a trabajar con los órganos de poder que se conformen en Ucrania después de las elecciones presidenciales de mañana . "También hoy trabajamos con la gente que controla el poder (en Kiev), y después de las elecciones desde luego vamos a trabajar con las estructuras que resulten electas", dijo.

Agregó que Rusia quisiera que "a Ucrania finalmente lleguen la paz y la tranquilidad, y que se creen condiciones para sacar el país de la crisis". "Estamos interesados en que nuestras fronteras occidentales, en nuestra hermana Ucrania, y lo digo sin ironía, se establezcan la paz, el orden y la tranquilidad", reiteró.

Putin señaló que espera que "todas las acciones militares sean suspendidas inmediatamente después de las elecciones" presidenciales. Explicó que los contactos con las actuales autoridades de Kiev se ven dificultados por la operación de castigo que llevan a cabo en el sureste de Ucrania, de mayoría rusohablante. "Cómo podríamos conversar, reunirnos y hablar plácidamente, cuando los carros de combate disparan contra la población civil. Ellos (el Gobierno de Kiev) tienen que hacer algo", recalcó el presidente ruso.

Añadió que Moscú se pronuncia por el establecimiento de contactos directos entre las partes en conflicto en Ucrania. "Tengo la profunda convicción de que todos los enfrentamientos concluyen en negociaciones, y mientras antes comiencen, tanto mejor", dijo Putin, que recalcó que la primera condición para solucionar la crisis en el vecino país es el "fin de la violencia, provenga de donde provenga".

amenazas de los rebeldes Ucrania cerró ayer la campaña de las elecciones presidenciales en medio de una nueva escalada del conflicto en el este prorruso, donde los rebeldes amenazan con abortar por todos los medios la votación de mañana. "Durante los últimos tres meses nuestros enemigos han intentado desestabilizar el país y abortar el proceso electoral. Pero los ucranianos han demostrado ser más fuertes y sabios", aseguró Alexandr Turchínov, presidente interino de Ucrania. Turchínov pidió a los ucranianos que acudan en masa a las urnas consciente de que está en juego la legitimidad internacional de las autoridades que derrocaron al presidente Víctor Yanukóvich y, en particular, el reconocimiento ruso de los resultados electorales. "Al elegir a un presidente completamos la formación en Ucrania de un poder legítimo y responsable", señaló. - Efe/E.P.