kiev - La situación en Ucrania se complica por momentos. Los combates en los dos principales bastiones insurgentes de Slaviansk y Kramatorsk se recrudecían ayer, un día después de los trágicos sucesos ocurridos en la ciudad de Odessa, donde manifestaciones convocadas por prorrusos y proucranianos desembocaron en una auténtica batalla campal que se saldó con 46 muertos.
El Ejército ucraniano, reforzado con la Guardia Nacional y, según los prorrusos, por efectivos de la organización ultranacionalista Sector de Derechas, prosiguieron ayer su ofensiva para retomar los bastiones rebeldes de Slaviansk y Kramatorsk. "Avanzamos en Kramatorsk. Bajo intenso fuego terrorista. Hay combates", aseguraba Arsén Abákov, ministro del Interior ucraniano, en su página de Facebook.
En unas pocas horas y con la ayuda de blindados y francotiradores, lograron retomar el control de la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania y la torre de televisión en Kramatorsk, que suspendió las emisiones de los canales rusos.
"Solo resistimos en la plaza central. El resto ha sido tomado por la Guardia Nacional y (la organización ultranacionalista) Sector de Derechas", aseguró un portavoz insurgente.
Abákov, quien aseguró que Slaviansk estaba también bloqueada por fuerzas leales a Kiev, pidió a la población civil de ambas localidades que no saliera de sus casas bajo ninguna circunstancia.
Los ciudadanos de Slaviansk se preparaban a última hora de la tarde de ayer para lo que parecía un inminente asalto del Ejército ucraniano. Por el día se escuchaban disparos a las afueras de la ciudad. Los activistas prorrusos levantaron barricadas en las carreteras de acceso a la ciudad. Los vecinos hacían cola en algunos de los comercios que abrieron con la intención de acumular suministros.
Según el Centro Antiterrorista de Ucrania, cinco soldados habrían muerto en la operación contra los insurgentes que fue lanzada en la madrugada del viernes en Slaviansk, donde el Ejército perdió varios helicópteros.
Además, los prorrusos denunciaron ayer la muerte de unos 20 civiles desarmados que intentaban impedir con escudos humanos el avance del Ejército (Kramatorsk) y de los ultranacionalistas (Slaviansk).
Según los rebeldes, en Kramatorsk los soldados ucranianos efectuaron primero varios disparos de advertencia, pero ante la negativa de los vecinos a desbloquear la carretera habrían comenzado a disparar contra la multitud.
En previsión de ofensivas antiterroristas sobre sus ciudades, en Lugansk los insurgentes han impuesto un toque de queda, mientras en Donetsk ha comenzado la movilización general de milicianos.
tragedia en odessa Por otra parte, Ucrania declaró ayer dos días de luto por la muerte de 46 personas en Odessa, en su mayoría en el incendio que se declaró en la Casa de los Sindicatos de ese puerto del mar Negro cuando los prorrusos se cobijaron en el edificio tras enfrentamientos violentos con los proucranianos, entre los que figuraban muchos hinchas de fútbol. Los servicios de emergencia ucranianos encontraron en el interior del edificio 36 cadáveres.
Al menos 130 personas fueron detenidas en los desórdenes, por los que el Ministerio del Interior ha incoado varios casos penales, entre los que figura el de asesinato premeditado.
Los choques comenzaron cuando miles de manifestantes con banderas ucranianas y cantando lemas como "El este y el oeste, juntos", se manifestaban por el centro de Odessa. A su encuentro fueron varios cientos de prorrusos, armados con escudos y palos, en una jornada en la que Ucrania celebraba las tradicionales fiestas de mayo.
Al parecer, el incendio habría sido provocado previsiblemente por los cócteles molotov y artefactos explosivos lanzados contra la segunda y tercera planta del inmueble. La mayoría de las víctimas habrían muerto asfixiadas por el humo, mientras ocho habrían perecido al saltar por las ventanas para huir de las llamas, según el Ministerio del Interior local. Efectivos del departamento de Situaciones de Emergencia de Odessa lograron rescatar a 120 personas, mientras más de 200 lograron abandonar el edificio por su propio pie y varias decenas más salvaron la vida al subir al tejado de la Casa de los Sindicatos.
El viceprimer ministro ucraniano, Vitali Yarema, se desplazó a Odessa para coordinar la investigación de la tragedia, mientras también viajó a la ciudad la candidata a la Presidencia Yulia Timoshenko.
investigación Numerosas eran ayer las voces que pedían una investigación de lo sucedido en Odessa.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó una "investigación rápida y concluyente" sobre este suceso y reiteró sus llamamientos al diálogo para resolver el conflicto en el país. El diplomático coreano insistió una vez más en que "la única salida a la crisis es una solución política y diplomática" y volvió a pedir a todas las partes que "asuman sus responsabilidades" y trabajen para rebajar la tensión. Además, subrayó la necesidad de que se respete "completamente la unidad, soberanía e integridad territorial de Ucrania".
Por su parte, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, pidió ayer a las partes "contención" e instó a llevar a cabo una investigación independiente de los hechos. "Las circunstancias que llevaron a la trágica pérdida de vidas humanas debe ahora ser objeto de una investigación independiente y sus responsables puestos en manos de la justicia", indicó Ashton. Instó a todas las partes a ejercer "la máxima contención" y a "abstenerse de explotar la tragedia para alimentar más el odio, la división y la violencia sin sentido".
restablecimiento del orden Estados Unidos, por su parte, urgió tanto a Rusia como a Ucrania a restablecer el orden tras la tragedia de Odessa. "La violencia y el caos que han llevado a tantas muertes y heridos sin sentido es inaceptable. Llamamos a ambas partes a trabajar juntas para restablecer la calma, la ley y el orden, y pedimos a las autoridades ucranianas que investiguen lo sucedido y lleven a los responsables ante la Justicia", indicó la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
Por su parte, el senador republicano por Florida Marco Rubio criticó ayer la debilidad del presidente estadounidense Barack Obama ante Rusia y exigió más sanciones a Moscú. - DNA/Efe/E.P.
Denuncia de RSF. La presidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) España, Malén Aznárez, denunció ayer que, tras el precedente sirio, en Ucrania ya se ha empezado a atacar y maltratar a los periodistas, con secuestros de días o semanas, y también se está invadiendo televisiones y cambiando sus programaciones.
Condolencias de España. El Gobierno español manifestó en una nota su "profunda preocupación" por los graves incidentes que se están produciendo en el este y sur de Ucrania. Transmitió además sus condolencias a los allegados de los fallecidos y deseó una rápida recuperación a los heridos".
El ministro británico de Asuntos Exteriores llamó ayer a rebajar la tensión en el este de Ucrania, en vísperas de su visita a ese país la semana próxima. "Los responsables de la inestabilidad, "particularmente en Rusia", deben "retirarse y permitir al pueblo de Ucrania prepararse para unas elecciones libres y justas y para reparar su dañada economía", señaló.
130
Unas 130 personas fueron detenidas en la ciudad ucraniana de Odessa tras el incendio del edificio sindical en el que perdieron la vida 46 personas.