kiev - La situación en Ucrania se complica cada hora que pasa. Mientras los activistas prorrusos siguen avanzando y tomando una nueva ciudad en el sureste del país, el presidente ucraniano, Oleksander Turchinov, les ha dado un ultimátum, hasta hoy lunes, para que se rindan y entreguen las armas. Rusia, por su parte, ante el deterioro de la situación en las regiones rusófonas del sureste, aseguró ayer que depende de Occidente que se evite una guerra civil en Ucrania.

Así, los militantes prorrusos se hicieron ayer con el control total de Slaviansk, en el sureste de Ucrania, y rechazaron una operación policial lanzada por el Gobierno de Kiev para restaurar el orden en esta ciudad de cerca de 120.000 habitantes y que se ha cobrado ya sus primeras víctimas.

Al menos un oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania murió y otros cinco efectivos resultaron heridos en un tiroteo con las milicias prorrusas en uno de los accesos de esta localidad de la región de Donetsk, admitió el ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov. "Los separatistas también han sufrido bajas, en un número indeterminado. Los separatistas han comenzado a protegerse con un escudo humano formado por civiles", escribió Avákov en su página de la red social Facebook.

Toda la localidad está rodeada por barricadas y puestos de control, donde montan guardia activistas prorrusos armados con fusiles Kalashnikov, vestidos de camuflaje y algunos con pasamontañas. En las barricadas montadas en el puente sobre el río Kazionni Torets, en uno de los accesos a Slaviansk, unas 200 personas pedían ayuda a Rusia y a su presidente, Vladímir Putin, para hacer frente a las fuerzas especiales ucranianas. "¡Decidle a Putin que nos ayude!", gritaba exaltada una mujer con un icono ortodoxo en las manos a un grupo de corresponsales de medios extranjeros.

Horas más tarde, cuando el grupo de periodistas salía de la ciudad, en ese mismo puente los activistas habían sido reemplazados por una veintena de aparentes militares, perfectamente uniformados e igualmente armados con fusiles Kalashnikov. Su jefe, que se identificó como Artur Aerapetián, dijo que son una unidad de "la Guardia Nacional de Donetsk" y que fueron llamados a filas por la autoproclamada "República Popular de Donetsk".

Aseguró que las armas que llevan no provienen de la comisaría asaltada ayer por activistas prorrusos en la ciudad, sino que les fueron proporcionadas por las autoridades de esa "república".

Él mismo señaló que vino de Crimea, su tierra natal, para sumarse "a la defensa de la ciudad de Slaviansk" y, como la mayoría de los activistas entrevistados, negó la implicación de los servicios especiales rusos en el levantamiento de las regiones orientales contra Kiev.

La calle Svoboda (Libertad), la principal vía de acceso al centro de la ciudad, fue bloqueada por los prorrusos con dos camiones, junto a los cuales había una veintena de hombres armados, alguno de ellos con el rostro cubierto con pasamontañas.

Los militares ucranianos se hicieron con el control del aeropuerto, pero, según los prorrusos, no habían podido acercarse al centro de la ciudad.

De hecho, la operación antiterrorista anunciada por las autoridades de Kiev no tuvo lugar dentro de la ciudad, donde la comisaría tomada el sábado seguía en manos de milicianos que se han hecho con las armas allí guardadas. Tres filas de barricadas protegen el acceso a la comisaría.

El Ministerio de Exteriores ruso, por su parte, tachó de "orden criminal" el anuncio de Turchinov de una "operación antiterrorista a gran escala" en el este del país y pidió a Occidente que controle a sus aliados en Kiev. Según Moscú, Occidente debería controlar a sus aliados en el Gobierno ucraniano. "Ahora es responsabilidad de Occidente evitar una guerra civil en Ucrania", advirtió el departamento que encabeza Sergei Lavrov.

amnistía Turchinov ha dado de plazo hasta las ocho de la mañana de hoy a los a los manifestantes separatistas y prorrusos que ocupan varios edificios oficiales para abandonarlos y entregar las armas, ofreciéndoles a cambio una amnistía. En un decreto, Turchinov promete que no se emprenderán acciones legales contra los participantes en las protestas y ocupación de edificios en las regiones de Donetsk y Luhansk.

Para ello, "tiene que entregar voluntariamente las armas, munición, explosivos y artefactos explosivos a los órganos del Estado; vaciar todos los edificios tomados durante las protestas en Donetsk y Luhansk así como los edificios de las instituciones del Estado y de gobierno local antes de las 8.00 horas del 14 de abril". - DNA/Efe/E.P.

Estados Unidos. La embajadora de EEUU en las Naciones Unidas, Samantha Power, insistió en que, si Rusia no procura rebajar la tensión en el este de Ucrania, "habrá un aumento de las sanciones".

Naciones Unidas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subraya que los altercados no servirán a los intereses de ninguna parte, y pide a todos los bandos que trabajen para calmar la situación y ejercer la máxima moderación.

Unión Europea. La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, manifestó su "preocupación" por los últimos acontecimientos en Ucrania y pidió a Rusia que cese cualquier acción que "busque desestabilizar" a Ucrania.

Alianza Atlántica. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, cree que tropas rusas están alimentando la violencia en el este de Ucrania.