MOSCÚ. "No quería matar a nadie, quería morir. Tenía curiosidad por saber qué hay después. Qué hay después de la muerte. También quería ver cómo reacciona la gente a lo que hago. Vine para matarme", aseguró Serguéi Gordéyev desde la cárcel al popular periódico ruso.
El estudiante de 15 años, que protagonizó el primer tiroteo en un colegio en la historia de Rusia, aseguró que no tenía intención de matar al profesor de Geografía.
"No tenía problemas con Andréi Nikoláevich (Kirílov, el profesor asesinado). Al contrario, teníamos buena relación. Cuando se dirigió hacia mí le disparé, ni se por qué, a lo mejor para que nadie creyese que no era capaz de disparar", afirmó.
Gordéyev mostró arrepentimiento por haber matado a dos personas (el profesor y un policía), pero se negó a responder a preguntas sobre sus padres y sobre el rifle y una carabina de caza que llevó al colegio.
"Me arrepiento de todo corazón (...), pero no pediré perdón ante Dios, porque no creo en él. Entiendo que me van a juzgar y encarcelar para mucho tiempo. No me haré nada, pero no dejen una pistola cargada a mi lado, sé adónde dirigir la bala", dijo.
El colegial efectuó al menos once disparos con el rifle y mantuvo secuestradas a 24 personas el pasado 3 de febrero en una de las aulas de su escuela de Moscú, antes de entregarse a los agentes del orden.