Ginebra. La Coalición Nacional Siria (CNFROS) y el Gobierno de Bachar al Asad no se sentarán en la misma mesa de negociaciones en la primera fase del proceso de paz que empieza mañana en Ginebra, según dijo ayer el dirigente de la alianza opositora, Monzir Akbik.
El mediador de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, había anunciado que se reuniría por separado con las delegaciones opositora y gubernamental para intentar convencerles de que negociaran directamente, algo que, según Akbik, no consiguió.
"Las delegaciones de la oposición y el régimen no se van a sentar en la misma mesa. Van a estar en salas separadas y no van a hablar directamente, sino a través del mediador Brahimi", afirmó Akbik, miembro de la delegación de la oposición en las negociaciones.
Según dijo, lo primero que se va a discutir al inicio de las conversaciones de hoy en la sede de la ONU es el calendario y los plazos de estas negociaciones, que se estructurarán en diversas fases. "Las conversaciones no serán continuas. Habrá pausas, pero no serán muy largas. Seguramente serán unos días de negociaciones y unos días de parón", adelantó a la prensa.
Sobre las expectativas de estas negociaciones, avanzó que la prioridad de su delegación es acordar "medidas de confianza" que sirvan para poder avanzar después en su "objetivo principal" para este proceso, que es el establecimiento de un gobierno de transición.
Esas medidas de confianza deberían ser, según él, "un alto al fuego, el establecimiento de pasillos humanitarios en las ciudades que el régimen mantiene asediadas para matar a su población de hambre y la liberación de los detenidos para evitar más torturas".
"Vamos a hacer todo lo posible para salvar vidas y evitar más derramamiento de sangre con una solución diplomática", aseveró. Otras demandas menos inmediatas de la oposición son el establecimiento de la libertad de prensa y de manifestación, que allanen el camino hacia "una Siria libre y democrática, que es el objetivo del Comunicado de Ginebra 1", documento que es la base del proceso de paz. "El proceso debe cumplir con las aspiraciones del pueblo sirio, que son pasar de la muerte a la libertad", agregó.
Traspaso de poderes Por su parte, el presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Ahmed Yarba, adelantó ayer que la prioridad de su alianza opositora en las negociaciones es el establecimiento de un gobierno transitorio con poderes, incluso sobre los cuerpos militares y de inteligencia. "La prioridad es la libertad y pedimos la formación de un gobierno transitorio, como dice el Comunicado de Ginebra", un documento acordado por Estados Unidos y Rusia hace año y medio, y que es la base de este proceso de paz. Yarba compareció ayer por primera vez ante la prensa internacional en Ginebra, donde hoy empiezan las negociaciones entre la oposición y el gobierno de Siria para intentar poner fin a tres años de guerra civil.
En la conferencia de prensa, el presidente de CNFROS anunció que él no dirigirá las negociaciones, sino que ha delegado en otro miembro de la alianza opositora, que no identificó, esta responsabilidad. Miembros de la cúpula de CNFROS indicaron posteriormente que hoy se anunciará el nombre del responsable de las negociaciones en la delegación de la oposición. "El equipo negociador está autorizado por mí para manejar estas negociaciones. No es importante quién va a dirigirlas, lo importante es que la Coalición ha decidido venir para cumplir los requisitos del Comunicado (de Ginebra)", dijo Yarba. El equipo negociador del Gobierno sirio estará encabezado por su ministro de Asuntos Exteriores, Walid Muallem.
El dirigente opositor indicó también que una de las primeras cosas a determinar tiene que ver con el plazo y calendario de estas negociaciones, es decir "el tiempo que nos vamos a dar antes de decidir si van bien". Yarba atacó duramente al régimen, al que calificó de "criminal".