rita álvarez tudela
Un señor pedalea con ganas su bicicleta, sin embargo va lento porque está muy vieja y con tantos parches que es imposible que vaya más rápido. A su lado pasa un coche rojo brillante, es el último modelo de Ferrari, que conduce un joven a gran velocidad y dejando buena constancia de que por ahí ha pasado él. Podría ser la escena de una película de James Bond, pero es la realidad que se respira en muchas calles del centro de Pekín, la capital china, donde las desigualdades del comunismo son cada vez más palpables y la corrupción a varios niveles eleva el descontento de sus habitantes.
Ahora, la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) va más allá y muestra que los familiares más directos de los líderes del Partido Comunista de China (PPCh) utilizan de forma masiva paraísos fiscales para ocultar sus negocios y fortunas. En total analizaron dos millones de archivos que implican a al menos 13 familiares directos de los principales líderes comunistas, como un cuñado del presidente, Xi Jinping, o el hijo del anterior primer ministro Wen Jiabao, o la hija de su antecesor, Li Peng. Todos ellos estarían vinculados a unas 25 empresas en paraísos fiscales como accionistas o directores.
El lugar elegido para ello son las opacas Islas Vírgenes Británicas, donde éstos familiares de los líderes comunistas no tienen que seguir el férreo control que se exige desde Pekín sobre el movimiento de capitales, que limita el movimiento de capital extranjero 50.000 dólares por habitante y año.
En total, aparecen casi 22.000 clientes extranjeros con direcciones en China y Hong Kong, entre los que figuran los nombres más famosos y poderosos de China, como miembros de la Asamblea Nacional Popular y directivos de empresas estatales. Entre los salpicados por el escándalo también se encuentran familiares de 16 magnates de grupos de construcción como Soho, o el fundador de una de las redes sociales más famosas del país, QQ.
Y es que los funcionarios chinos no tienen que presentar a sus ciudadanos sus bienes ni su patrimonio, por lo que sus acciones nunca llegan a ser conocidas y los pocos que se atreven a pedirlo al Gobierno sufren una fuerte represión. Este fue el caso precisamente del abogado y activista que está siendo juzgado en Pekín estos días, Xu Zhiyong, quien hace unos años fundó el movimiento Nuevo Ciudadano para pedir que se respetase la Constitución china y se ejercieran más controles sobre los líderes del país, pidiéndoles transparencia en sus cuentas.
detenido por pedir claridad Sin embargo, el gran número de apoyos que se encontró entre sus compatriotas, hizo a Pekín detenerle el pasado mes de julio, acusándole de alterar el orden público, motivo por el que está siendo juzgado estos días y que le podría costar en una pena de hasta cinco años en prisión.
Desde los 80, con Deng Xiaoping a la cabeza y cuando se produjo una liberalización de la economía china, la supremacía de unas familias al frente de las empresas estatales y los ministerios se ha ido arrastrando hasta la actualidad. Por eso, no sorprende cuando se habla de las inversiones de la familia del ex primer ministro Wen Jiabao en complejos turísticos, telecomunicaciones y joyas, o la del presidente chino, Xi Jinping más unido al sector minero e inmobiliario.
Tampoco sorprenden los casos de corrupción, que afectan a todos los estratos del PCCh y sobre la que se está haciendo una fuerte campaña para intentar controlarlos. En total, los funcionarios corruptos chinos se estima que sacaron del país unos 90.000 millones de euros en apenas 15 años y que unos 17.000 miembros del propio PCCh y ejecutivos de empresas abandonaron el país en los casi 20 años que duró la investigación para hacer un informe reciente.
A los pocos minutos de la publicación de las noticias sobre la investigación de los paraísos fiscales, las webs de El País, Le Monde, Global Mail y The Guardian fueron bloqueadas por la censura china y además el servicio de Internet era de muy baja velocidad, con dificultades para entrar en muchas plataformas, uniéndose así a la habitual censura de Twitter, Youtube o Facebook.
sin noticia Por lo tanto, la noticia apenas pudo ser leída en el territorio chino y el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, se limitó a decir que el informe sobre los paraísos fiscales de los chinos influyentes en el Caribe "no es convincente" y en ningún momento explicó si China haría su propia investigación de los hechos. "El inocente es inocente y las malas prácticas no pueden ocultarse", dijo Qin.
Las reacciones desde otros puntos del planeta tampoco se hicieron esperar. Por ejemplo, desde el Gobierno de las Islas Vírgenes Británicas (IVB) dijeron que la investigación del ICIJ era "ilicita". Y fue más allá: "Las autoridades de las Islas Vírgenes Británicas están investigando activamente cómo se ha obtenido ilícitamente esta información privada y si se utilizará para atacar a la industria de servicios financieros, que opera dócilmente dentro de las directrices internacionales y la ley", dijo el ministro de Finanzas de IVB Orlando Smith. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, y la Comisión Europea anunciaron medidas más duras contra la evasión fiscal.