Roma. El prelado italiano Nunzio Scarano, conocido como monseñor 500 por su afición a los billetes de 500 euros y arrestado en junio por un delito de lavado de dinero, volvió a recibir ayer una nueva orden de detención domiciliaria por más cargos, siempre en relación con las irregularidades cometidas en la gestión del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano. Junto con Scarano, exresponsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), también fue detenido un párroco de Salerno (sur) Luigi Noli, y se ha ordenado que se prohíba el ejercicio de su actividad a un notario también implicado.
Además la Guardia de Finanzas ha procedido a confiscar algunos bienes inmuebles y cuentas corrientes por cerca de seis millones de euros en bancos italianos. Según las investigaciones, Scarano se ocupaba de una amplia red de blanqueo de dinero que hacía pasar por falsas donaciones para los pobres y que acababan en las cuentas del banco vaticano. Las pesquisas han comprobado que esta se ocupaba de entregar a las personas que querían blanquear capitales unos sobres con dinero sacado de cuentas del IOR, y estos después devolvían la misma cantidad en donaciones para los pobres.