El lanzamiento de una operación militar europea en República Centroafricana empieza a tomar forma. Los ministros de exteriores de la UE cerraron ayer un acuerdo político que permitirá desplegar un batallón -entre 500 y 1.000 soldados- con la misión de estabilizar la zona de Bangui, y especialmente el aeropuerto para facilitar el acceso de la ayuda humanitaria, así como dar protección a la población civil. El siguiente paso ahora será obtener luz verde del consejo de seguridad de la ONU con vistas a poner en marcha la misión, que tendrá carácter temporal, a finales de febrero.
Hasta entonces, sin embargo, queda mucho trabajo por delante. De hecho, lo que hicieron ayer los 28 es aprobar el concepto de gestión de crisis, que es el primer documento de planificación político-militar para el despliegue de una operación que se planificará desde el cuartel de Larissa (Grecia). A partir de ahora deberán trabajar para definir y aprobar la decisión marco, nombrar al futuro jefe de operaciones, obtener una carta de invitación oficial del gobierno centroafricano y que el Consejo tome la decisión final. Un trámite que requerirá todavía de varias semanas.
"La decisión se ha tomado por unanimidad. Quedan procedimientos todavía, pero se ha tomado un principio de acuerdo. Esto significa que Europa, en cooperación con Naciones Unidas y las fuerzas africanas, vendrá a apoyar militarmente, como le hemos pedido, a República Centroafricana", indicó ayer un satisfecho Laurent Fabius, ministro de exteriores galo en lo que considera una decisión muy importante. Por su parte, su colega español, José Manuel García Margallo, aseguró que España siempre ha apoyado políticamente tanto a la Unión Africana como a Francia y recordó que también han ofrecido apoyo logístico.
Pese al compromiso político cerrado ayer, de momento, no está claro qué países enviarán soldados. El único socio que se ha comprometido formalmente a sumar sus tropas a las ya desplegadas por Francia -la república gala tiene sobre el terreno unos 1.600 soldados- ha sido Estonia con el envío de 55 militares. Otros que han asegurado que están estudiando el envío de soldados son Suecia, Bélgica, Polonia, Finlandia, Eslovenia o Lituania, mientras que Reino Unido, Italia y Alemania no contribuirán con militares.
A falta de pulir los planes militares, la UE insiste en que mira hacia este punto de África con preocupación debido a una "inseguridad extrema" y una "instabilidad" que no ha hecho sino aumentar desde los ataques de principios de diciembre que han originado desplazamientos masivos de población, violaciones muy graves de derechos humanos y un empeoramiento de la situación humanitaria. "El Consejo ha pedido a los órganos competentes que tomen las medidas necesarias para establecer con urgencia una operación, sujeta a una nueva decisión del Consejo" que "permitirá dar un apoyo temporal, de un período de hasta seis meses, para garantizar la seguridad en la zona de Bangui", subraya la decisión. El objetivo después se transmitir el control a la Unión Africana.
Paralelamente a esta decisión, la UE y la ONUs anunciaron ayer los compromisos asumidos por la comunidad internacional para destinar 366 millones de dólares para República Centroafricana; 150 millones para ayuda humanitaria y unos 200 millones para el fondo de desarrollo y estabilización. Un dinero que servirá para intensificar acciones a corto plazo en materia de alojamiento, alimentación, salud y acceso al agua. "Tenemos un plan de 100 días que ahora está plenamente financiado", avanzó la responsable humanitaria de Naciones Unidas, Valerie Amos. Según la Comisión Europea, la UE realizará una aportación de 45 millones de euros a los que se sumarán las aportaciones del Banco Mundia, el Banco Africano de Desarrollo, Estados Unidos, Francia y Suecia.