PARÍS. La emisora "France Info" señaló que, según "informaciones concordantes", esa visita es la primera desde que la periodista ingresó en la Pitié-Salpêtrière, donde se halla todavía bajo una "fatiga nerviosa extrema", tal y como han indicado sus allegados.

Hasta entonces, el presidente se había comunicado con ella por teléfono y mensajes de texto, y le había enviado también flores y bombones, pero los médicos, según los medios galos, le habían vetado su presencia.

Según la revista del corazón "Gala", Trierweiler les ha hecho saber que fue ingresada no por un "exceso de medicamentos", sino para someterse a una cura de reposo.

La revista "Voici" anunció ayer en su cuenta de la red social "Twitter" que la socialista Ségolène Royal, excompañera de Hollande y madre de sus cuatro hijos, la había visitado también esta semana, pero la noticia fue desmentida por ambas partes.

"Pasar página y volver al trabajo. Las afirmaciones de Voici son totalmente falsas", indicó Royal en "Twitter", negando un encuentro que también ha sido desmentido por personas cercanas a la primera dama.

El escándalo estalló el pasado viernes, y según una nueva exclusiva de la revista "Closer", el supuesto romance se remonta a 2011, antes de la llegada del jefe del Estado al Elíseo, donde este reside oficialmente con Trierweiler.