Los Veintiocho encaran un año crucial
Las elecciones de mayo podrían consolidar el ascenso de populistas y euroescépticos
Bruselas. La Unión Europea encara en 2014 un año crucial con elecciones a la Eurocámara del 22 al 25 de mayo que podrían consolidar el ascenso de grupos populistas y euroescépticos y dificultar la toma de decisiones precisamente cuando hay que seguir avanzando la unión bancaria, fiscal, económica y política para consolidar la recuperación. El resultado electoral marcará además la renovación de altos cargos que concluyen su mandato, como el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, o la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton. En juego podría estar también la presidencia del Eurogrupo si finalmente se convierte en un puesto permanente.
Según diversas estimaciones, los partidos populistas y euroescépticos podrían obtener el 25% de los 751 eurodiputados en juego al calor de la crisis, lo que les daría cierta capacidad de bloqueo sobre todo si se diluye la fuerza de los dos grandes partidos políticos, el PP y el Partido Socialista europeos. La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, y el líder populista holandés Geert Wilders, ya han firmado una alianza de cara a las elecciones europeas con el objetivo de lograr un grupo político fuerte en la Eurocámara, a la que podrían sumarse parlamentarios de otros partidos extremistas del norte y el este de Europa.
Y, aunque no ha querido sumarse a este pacto, el Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) de Nigel Farage sigue ganando posiciones frente a los conservadores de David Cameron. Para fomentar la participación y el debate a escala europea, los grandes grupos políticos han decidido elegir a sus candidatos para presidir la Comisión Europea, aunque el Tratado de Lisboa prevé que éste será designado por los líderes europeos "teniendo en cuenta" el resultado de las elecciones a la Eurocámara. Los más adelantados son los socialistas europeos, que ya han designado como cabeza de lista, en ausencia de candidatos alternativos, al socialista alemán Martin Schulz, actual presidente de la Eurocámara. Los liberales se debaten entre el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, mientras que el PP europeo aplaza la decisión hasta marzo.
En materia económica, la prioridad será tratar de consolidar la frágil recuperación y como mínimo detener la destrucción de empleo, aunque sin cambiar la política de ajuste y reformas abanderada por Alemania.