Londres. Amnistía Internacional (AI) pidió ayer al Estado Islámico, grupo yihadista que controla el norte de Siria, que acabe con "el terrible trato" a los detenidos en sus cárceles secretas, donde sufren "torturas, flagelaciones y matanzas". En el informe Estado de terror: los abusos del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en las detenciones al norte de Siria, AI denunció que ese grupo armado, que controla extensas áreas del norte de Siria, "pretende aplicar estrictamente la ley islámica y viola despiadadamente los derechos de la población local".
Entre los secuestrados y detenidos por el Estado Islámico "hay niños de solo ocho años, a los que encierran en las mismas condiciones crueles e inhumanas que a los adultos ", subrayó Philip Luther, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el norte de África, quien pidió que "dejen de utilizar la flagelación y otras formas crueles de castigo".
Algunos exdetenidos de ese grupo han sufrido "una impresionante lista de abusos", señaló la organización humanitaria, como azotes y flagelaciones, descargas eléctricas o la adopción obligatoria de una postura dolorosa en la que las dos muñecas son atadas por encima del hombro.
Impedir el flujo de armas Para frenar esas prácticas, la organización pidió a la comunidad internacional que "tome medidas concretas para impedir el flujo de armas y otras formas de apoyo a grupos armados implicados en crímenes de guerra y abusos graves contra los derechos humanos".
Concretamente, la organización reclamó al Gobierno turco del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan que impida al Estado Islámico utilizar su territorio "para llevar armas y reclutas a Siria", recordó Luther.
Entre los presos de los yihadistas figuran sospechosos de robo, acusados de presuntos delitos contra el Islam -como fumar o practicar sexo fuera del matrimonio-, opositores e, incluso, extranjeros y periodistas que cubren los enfrentamientos en Siria, explicó Amnistía Internacional.
A pesar de que algunos retenidos han llegado a estar capturados hasta 55 días sin saber dónde estaban, el equipo de AI en Siria consiguió identificar siete cárceles secretas en las localidades de la provincia de Raqqa y Alepo. "Después de ser víctimas durante años de la brutalidad del régimen de (Bachar) al Asad, los pueblos de Raqqa y Alepo ahora están sufriendo una nueva forma de tiranía impuesta por el Estado Islámico, en la que la detención arbitraria, la tortura y las ejecuciones están a la orden del día", lamentó Luther al finalizar su intervención.