beirut/damasco. Al menos dieciocho personas murieron ayer, entre ellas dos menores de edad, en bombardeos del régimen de Bachar al Asad y de los opositores en la ciudad siria de Alepo y sus alrededores, en el norte del país. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró ayer que al menos quince personas fallecieron, entre ellas dos menores y dos mujeres, por un ataque aéreo de la aviación gubernamental contra el barrio de Shaar de esa localidad.

Un hombre perdió la vida por el impacto de dos proyectiles de mortero, disparados por los leales a Al Asad, en el barrio de Al Sukari, también en Alepo.

Mientras, en las poblaciones de Nabel y de Zahra, en la periferia de esa ciudad, al menos dos ciudadanos alauíes, secta chií a la que pertenece el presidente, perdieron la vida por la caída de varios cohetes lanzados por los combatientes opositores.

Cabe recordar que el domingo pasado, al menos 76 personas, entre ellas un total de 28 menores, murieron en bombardeos del régimen contra varios distritos de la zona de Alepo. Esta localidad fue blanco de una gran ofensiva de los insurgentes a finales de julio de 2012 y de otras operaciones importantes posteriores, lo que les permitió dominar amplias áreas, aunque no lograron hacerse con el control total de esta urbe.

víctimas de "terroristas" Por su parte, el Gobierno de Damasco denunció en la jornada de ayer la muerte hace seis días de más de 100 civiles a manos de "terroristas", como las autoridades denominan a los opositores, en la localidad de Adra, al norte de Damasco.

En dos cartas que han sido dirigidas a la ONU, publicadas por la agencia oficial Sana, el Ministerio sirio de Exteriores condenó esta matanza con más de un centenar de fallecidos, de la que acusó al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, la Brigada del Islam y el Frente Islámico. En la última semana, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de la ejecución el pasado día 11 de 32 ciudadanos drusos y alauíes, secta a la que pertenece el presidente Bachar al Asad, en Adra por parte de combatientes islamistas suníes.

El Gobierno de Damasco había anunciado que se había producido una masacre en Adra, pero hasta ahora no había ofrecido cifra de víctimas. En las misivas, el Ministerio de Exteriores afirmó que "terroristas" dispararon a algunos funcionarios de esa población, los mutilaron y quemaron sus viviendas. A otras víctimas, según las autoridades, las encerraron en la panadería de la localidad, que hicieron estallar con explosivos.