DENVER. El individuo, identificado como Karl Halverson, de 18 años, entró en la escuela secundaria de esa localidad situada al sur de Denver, a la que asisten cientos de estudiantes, al parecer buscando a un maestro y, tras herir a una estudiante, se suicidó, según el alguacil Grayson Robinson, del condado Arapahoe.
En un principio se creyó que otra estudiante también había recibido disparos, pero luego se descubrió que la sangre de la que estaba cubierta era de la otra víctima, según explicó Robinson a los medios.
La estudiante que sí recibió disparos, hospitalizada en situación crítica, aparentemente se enfrentó con el atacante.
Las autoridades creen que Halverson buscaba vengarse del profesor al que iba buscando y con quien aparentemente había tenido una confrontación o un desacuerdo.
También se encontraron en la escuela dos cócteles molotov aparentemente dejados allí por Halverson.
El incidente provocó la inmediata respuesta de la policía local, que en pocos minutos llegó a la Arapahoe High School, en el Distrito Escolar Littleton, y tomó el control de la situación, desalojando a los 2.200 estudiantes de la escuela, que llevaron hasta dos iglesias cercanas, donde se reunieron con sus padres.
Una vez dada la alerta sobre el tiroteo, otras escuelas cercanas, así como el Colegio Comunitario Arapahoe y varios centros comerciales permanecieron cerrados durante casi dos horas, hasta que el alguacil Robinson indicó que ya había pasado el peligro.
Como sucede en estos casos, los distritos escolares cercanos se mantuvieron en alerta hasta que se les indicó lo contrario.
Estas medidas responden a un protocolo establecido debido a la recurrencia de tiroteos en las escuelas estadounidenses.
Se da la circunstancia de que el tiroteo se produjo a 25 kilómetros del lugar de la matanza de 2012 en el cine de Aurora, que dejó 14 muertos, y a 20 del de la escuela de Columbine, en 1999, en el que murieron 15 personas, ambos a la afueras de Denver (Colorado).
Asimismo, se produce un día antes de que se celebre el primer aniversario de la matanza de la escuela de Newtown (Connecticut) de diciembre pasado, en la que fallecieron 20 niños y 7 adultos.
"Activamos inmediatamente nuestro protocolo de tiradores activos y nuestros alguaciles ingresaron en la escuela inmediatamente", dijo Robinson en declaraciones a los medios locales, indicando que la evacuación de los estudiantes se produjo "inmediatamente".
Esa rápida respuesta es el resultado de las lecciones aprendidas luego del tiroteo en la Escuela Columbine y la matanza dentro de un cine en Aurora, todas en la misma zona cercana a Denver.
Tras esas matanzas, las distintas fuerzas de seguridad aprendieron a coordinar sus acciones, a usar las mismas frecuencias de radio para comunicarse unos con otros y a colaborar y alertar a otras agencias o instituciones, como escuelas u hospitales, para reducir el tiempo de respuesta.
Las escuelas cuentan ahora con un sistema de alarmas y con procedimientos de seguridad que, ante este tipo de incidentes, permiten cerrar las puertas de las aulas y proteger a los estudiantes y a los maestros en lugares seguros.
Ese procedimiento, conocido como "atrincherarse en el lugar", se practica en simulacros por lo menos una vez al mes en las escuelas.
Según Robinson, tanto la respuesta de la policía como las acciones del personal escolar "funcionaron a la perfección".
Testigos del suceso relataron a los medios locales que el tiroteo pudo haber comenzado frente a la oficina de recepción de la escuela, para luego continuar cerca de la biblioteca escolar.