PARÍS. "Dada la urgencia, he decidido actuar esta misma noche, en coordinación con los africanos y con el apoyo de los socios europeos", dijo Hollande en una comparecencia televisada, tras haber convocado en París a su gabinete de Defensa.

El jefe del Estado indicó que Francia cuenta ya con 650 militares sobre el terreno, y añadió que espera duplicar ese contingente "en unos días, por no decir en unas horas", con el único objetivo de "salvar vidas".

Hollande saludó la resolución unánime del Consejo de Seguridad y destacó que Francia va a apoyar esa operación "porque es su deber asistir a un pequeño país, muy lejano, que pide nuestra ayuda".

"El Gobierno dará todas las explicaciones al Parlamento la semana que viene", apuntó el mandatario en una breve declaración en la sede de la presidencia en la que subrayó que la intervención de Francia "será rápida" y "no tiene intención de durar".

El presidente expresó igualmente su "plena confianza" en los soldados franceses, se declaró conocedor de su "sentido del deber" y se mostró confiado en el éxito de esta misión que está a punto de comenzar.

"Hace un año, Francia fue llamada en Mali para luchar contra una operación terrorista. Hoy, en circunstancias muy diferentes, se la espera para evitar una catástrofe humana", concluyó el jefe del Estado.

La inestabilidad en la República Centroafricana se remonta a finales del año pasado, cuando grupos rebeldes musulmanes aliados en torno a la coalición Séléka se alzaron en armas al considerar que el entonces presidente, François Bozizé, no había respetado los acuerdos de paz de 2007.

El pasado 24 de marzo, los rebeldes musulmanes lograron entrar en la capital, Bangui, lo que obligó a Bozizé a exiliarse y dejar su puesto de forma provisional al actual presidente interino, Michel Djotodia.