KIEV. La oposición ucraniana reanudó ayer su protesta proeuropeísta contra el Gobierno en un nuevo escenario en Kiev, mientras las autoridades anunciaron que se investigará lo sucedido durante la madrugada, cuando fuerzas antidisturbios desalojaron violentamente a jóvenes manifestantes. Los principales líderes de la oposición pidieron a los ucranianos que acudan masivamente a una asamblea popular convocada para hoy, durante un mitin improvisado celebrado en la plaza Mijailovski de la capital, adonde fueron llegando miles de opositores.
El líder del grupo parlamentario Batkivschina, Arseni Yatseniuk, cuyo partido está encabezado por la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko, y otros dirigentes opositores se dirigieron a los congregados en la plaza Mijailovski. El número de manifestantes, según datos de Interfax Ucrania, era a media tarde local de entre 5.000 y 7.000 personas y varios diputados opositores dijeron que se quedarían con los concentrados a pasar la noche en la plaza. Las protestas se deben a la negativa del presidente del país, Víktor Yanukóvich, de firmar un Acuerdo de Asociación con la UE ayer en Vilna. El mandatario insiste, por su parte, que las condiciones impuestas por la UE eran humillantes y hubieran supuesto una debacle económica para el país.
Timoshenko pidió a los ucranianos que salgan a la calle y no la abandonen hasta que logren la dimisión del presidente y del Gobierno, en una carta que leyó su hija. "Después del fiasco de Vilna, nos hemos despertado en otro país. Ucrania, después de Vilna, recuerda más a Bielorrusia", señaló Yatseniuk acerca de la negativa de Yanukóvich a firmar el acuerdo en la cumbre de la UE con los países de la Asociación Oriental.
Dijo que la oposición ucraniana va a crear un cuartel general de la resistencia y comenzar los preparativos para una huelga general en un futuro cercano. A su juicio, el violento desalojo de la plaza de la Independencia "solo muestra el miedo de Yanukóvich después del Maidán de 2004". Ese año, en la misma plaza que ha sido escenario estos días de las protestas opositoras, tuvo lugar la llamada Revolución Naranja en contra del fraude electoral que había dado la victoria al propio Yanukóvich en los comicios presidenciales y logró la repetición de los comicios.
La asamblea de hoy coincidirá con el aniversario del referéndum de independencia de Ucrania de la URSS y se hará en el parque Taras Shevchenko, dado que la plaza de la Independencia está cercada por la policía desde el desalojo.
Represión Las fuerzas antidisturbios desalojaron violentamente hacia las 04.00 hora local a los jóvenes que quedaban acampados en la plaza de la Independencia, donde los últimos días fueron creciendo las protestas contra la decisión de Yanukóvich de no firmar un Acuerdo de Asociación con la UE. Activistas y diputados opositores denunciaron que los antidisturbios golpearon con porras a los manifestantes, a los que arrastraron por el suelo, causando más de treinta heridos, de los que siete fueron hospitalizados. En vídeos colgados en internet por participantes en la protesta puede verse a los agentes antidisturbios, con escudos y cascos, golpear con porras a jóvenes que están tumbados en el suelo. Unos 35 manifestantes fueron detenidos por oponerse a las fuerzas antidisturbios.
En el mitin en la plaza Mijailovski, junto al monasterio de San Miguel, los concentrados recibieron la visita de varios embajadores de países europeos, entre ellos el representante de la Unión Europea para Ucrania, Jan Tombinski y los de Holanda y Finlandia. El líder del partido opositor UDAR, Vitali Klitschko, pidió la dimisión de Yanukóvich y del primer ministro, Nikolai Azárov, por su responsabilidad en el violento desalojo de la protesta.
Por su parte, Azárov anunció una investigación de lo sucedido esta madrugada y dijo que su Gobierno no está interesado en utilizar la fuerza contra los manifestantes opositores. "Ahora nuestra tarea es mantener la calma y la estabilidad en el país. Las autoridades no estaban interesadas en que las cosas se desarrollasen así", señaló Azárov, quien se declaró "muy preocupado e indignado" por lo sucedido.