Bilbao. Cuando mataron a su hijo, hace casi tres años, Javier Sicilia no pudo resignarse y refugiarse en su casa con su dolor. Comenzó entonces su lucha por la visibilización de las víctimas, las decenas de miles de ellas que ensangrientan el mapa de México y a las que el estado quiere olvidar.
¿Ha notado un cambio en la estrategia de seguridad?
Ha habido un cambio de discurso, se trata de disfrazar, de ocultar, pero la violencia sigue. La ley de víctimas no ha prosperado como debería, la están borrando del espectro público. No han tomado en serio las dimensiones de la tragedia humanitaria, la tragedia que vive el país, y cada vez se tensa más, cada vez las víctimas se acumulan, por desgracia.
Se habla menos de la violencia, parece que hubiera pasado a un segundo plano en el programa de gobierno, y eso puede dar la impresión de que la situación ha mejorado.
Por desgracia, y es falso. Es un discurso que a mí no me agrada, esa idea que parece más de un mundo virtual que cambia la percepción, cuando lo que hay que cambiar es la realidad. Y esa realidad no la vamos a cambiar si no se asume que hay una emergencia nacional, si no se trabaja con todos los sectores para salvar el país, salvar la justicia.
La justicia es el gran problema, ¿no?
Sí. Hay un 94% de impunidad. Se podría decir que el estado no existe. Podríamos hablar de un narcoestado en algunos sectores, que están maniatados.
A nivel local, la política está infiltrada por el crimen organizado.
También a nivel federal. Hay a todos los niveles, el estado está maniatado. El 94% de impunidad dice muchísimo. Hay una gran fractura en la clase política, una gran ignorancia, un no querer ver.
Se han llegado a crear grupos denominados de autodefensa armados en algunas zonas, ¿no?
Ese es otro síntoma. Frente a la falta de justicia, muchos grupos, sobre todo campesinos, en las zonas rurales aunque ya ha empezado a haber en las zonas urbanas, se autodefienden. Si ese estado no puede garantizar la paz, pues por desgracia la gente se tiene que defender. Y, cuidado, no se están tomando la justicia por su mano, como dicen algunos, están evitando que hagan daño a su familia y a su comunidad.
Parece como si México estuviera en un callejón sin salida en el tema de la violencia, ¿tiene esperanza?
Estoy abierto de corazón a una sorpresa grata, pero esta no puede darse si no hay voluntad política. Si no se toman en serio salvar la paz, la justicia, en definitiva, la democracia; si no hay un verdadero pacto nacional con todos los sectores de la sociedad, si el gobierno no empieza a meter a los responsables de esta violencia en las cárceles, no vamos a salir de esta, y el país avanza hacia una descomposición mayor.
Los principales partidos políticos firmaron un gran pacto nacional.
No es suficiente. En un estado de guerra, con un 94% de impunidad, con partidos políticos penetrados, con zonas del estado penetradas, eso no es más que una gran farsa.
HRW ha denunciado que los abusos por parte del estado siguen.
Claro. No sabemos ni cuántos muertos hay, ni cuáles le pertenecen al crimen organizado y cuáles al estado. El mayor triunfo que hemos tenido es la visibilización de las víctimas con esta ley, y estamos hablando de víctimas del crimen y del abuso del estado. Ese es el señalamiento que se le hizo también a Calderón: ustedes son responsables del sufrimiento, si el crimen está campeando de esta forma es porque han permitido la impunidad y han protegido a gente corrompida en sus filas.