BOGOTA. Según ha informado la Fiscalía General de Colombia, el imputado, Fabio Alberto Rocha González, ha sido enviado a la cárcel Modelo de Bogotá en cumplimiento de la medida de aseguramiento por el presunto delito de homicidio agravado, por haber ordenado que asustaran a su esposa apuñalándola. El objetivo de la agresión era que la víctima no dejara la relación afectiva que tenían desde diez años atrás.

La Fiscalía ha señalado que el detenido sería el responsable de los hechos ocurridos el pasado 12 de agosto en una calle del barrio Corinto, de la localidad de Suba, en el norte de Bogotá.

Allí, un hombre sin identificar atacó e hirió con un arma cortopunzante a Diana Marcela Varón Cruz, de 25 años, quien murió a las pocas horas en un hospital de la zona.

Al centro asistencial llegó el acusado diciendo que la agredida era su esposa. Allí lo reconoció el investigador de la policía judicial que atendió el caso en el lugar en el que la mujer cayó herida, ya que lo había visto en el momento en el que la víctima era recogida para llevarla al centro asistencial.

En el hospital, su teléfono celular sonó muchas veces sin que él respondiera, por lo que el investigador le indicó que lo contestara o dejara la clínica por el ruido que hacía el aparato. El policía incluso se ofreció a contestar al teléfono para que pudiera hacer lo que tenía pendiente

EL ASESINO LE LLAMO RECLAMANDO EL DINERO

Cuando nuevamente entró una llamada telefónica, respondió el policía que escuchó claramente una voz que decía "hola cucho, entonces el resto de la plata cuando me la da, pues de lo contrario le cuento a la familia que usted mandó que la apuñalara". Entonces Rocha explicó al uniformado que solo pretendía asustar a su mujer.

Según la investigación, el imputado, quien aceptó el cargo, pagó al homicida la mitad 250.000 pesos y quedó en pagar el resto después de que se hiciera el encargo. Varias veces Rocha González fue al barrio Las Lomas, en sur de Bogotá, para contactar con los asesinos.

La Fiscalía mantiene que el imputado sí conocía a quienes atacaron a la víctima. Al parecer, el motivo del ataque mortal fue la decisión de la mujer de abandonar al sospechoso debido a las repetidas peleas que por celos le planteaba luego de que ella ingresara a estudiar al Sena.

La pareja llegó a vivir diez años junta y tienen una hija de ocho años de edad. Al final de la audiencia, el juzgado consideró al hombre un peligro para la sociedad y lo envió a la cárcel.