La tensión política crece a un año de las elecciones legislativas
la disputa se centrará en el senado donde la retirada de tres demócratas abre las puertas republicanas
Alfonso Fernández
WASHINGTON. A un año de las elecciones legislativas de 2014, la situación política en EEUU muestra una creciente tensión entre demócratas, en poder del Senado, y republicanos, con control de la Cámara de Representantes, quienes tratarán de incrementar su peso en un Congreso frontalmente dividido. En la convocatoria electoral de noviembre de 2014, se renovarán los 435 escaños de la Cámara y un tercio de los 100 asientos del Senado. Actualmente, los republicanos dominan la Cámara con 231 legisladores frente a los 200 demócratas, mientras que el Senado es controlado por los demócratas por 55 contra 45 votos.
Los analistas coinciden en que gran parte de la disputa se encuentra en el Senado, donde tres demócratas han anunciado su retirada (Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental) y no se vislumbran candidatos fuertes, por lo que se abre la puerta a los republicanos en unos estados de tradición conservadora. Apuntan, también, a otros seis escaños con resultado incierto, todos en estados ganados por el candidato republicano Mitt Romney en las elecciones de 2012.
Cuatro están en manos de demócratas: Alaska (Mark Begich), Arkansas (Mark Pryor), Louisiana (Mary Landrieu), y North Carolina (Kay Hagan); y dos en republicanas Georgia (Saxby Chambliss) y Kentucky (Mitch McConnell). "Los republicanos tienen pocos asientos que defender. Al contrario que en 2012, se pueden concentrar enteramente en jugar a la ofensiva", indicó el analista Nate Silver. No obstante, la situación no parece sencilla para los republicanos ya que deberían arrebatar seis puestos de los demócratas para dar la vuelta al control del Senado.
Además, a la ya de por sí compleja aritmética del Congreso, hay que añadir la popularidad en mínimos históricos de los legisladores debido a la reciente crisis presupuestaria que provocó el cierre parcial de la Administración federal en octubre durante 16 días y amenazó con que EEUU se tuviese que declarar en suspensión de pagos por primera vez en la historia.
De acuerdo a las encuestas, los ciudadanos estadounidenses han culpado de manera mayoritaria a los republicanos por este bloqueo legislativo, lo que ha generado malestar y divisiones dentro del partido.