El gran dilema al que se enfrenta Angela Merkel

está muy interesada en las informaciones de Snowden pero no quiere despertar la ira de estados unidos

berlín. El Gobierno de Alemania se enfrenta a un gran dilema: por un lado está interesado en las informaciones del extécnico de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden, pero por el otro rehúye la posibilidad de traerlo a su territorio por temor a despertar la ira de Estados Unidos. Los estadounidenses quieren llevar ante los tribunales a este hombre de 30 años que tenía una vida cómoda en Hawaii como técnico de la Agencia Nacional de Seguridad hasta que copió y se llevó consigo una miríada de documentos sobre las prácticas masivas de espionaje norteamericano en todo el globo. Snowden ha encontrado refugio hasta el verano en Moscú, donde se siente bien pero no es verdaderamente libre. El estadounidense tendrá que buscarse un nuevo destino y en los días pasados ha quedado claro que se quiere ir de Rusia. Snowden entregó esta semana a un diputado verde alemán una carta en la que se ofrece a dar información sobre su ex empleador. Pero no lo quiere hacer en Rusia, sino en Alemania y con la perspectiva de recibir protección duradera. Meses atrás se desató un debate sobre la opción de dar asilo a Snodwen, pero pronto quedó claro que nadie quería tener problemas con Washington, tampoco los alemanes. Pero la situación ha cambiado.

Nuevas revelaciones, especialmente aquella de que también fue interceptado durante años el teléfono móvil de la propia canciller Angela Merkel, nutrieron la desconfianza hacia al gran socio transatlántico. Berlín demuestra interés en las informaciones del antiguo analista norteamericano y ha depuesto su resistencia inicial a que hable con representantes germanos. Pero quiere hacerlo en Moscú. Berlín afirma que la posibilidad de traerlo a Alemania para que declare es complicada. Las cuestiones legales son, en verdad, complejas, pero solucionables, opinan los expertos. Alemania podría tomar testimonio a Snowden en su suelo y rechazar el pedido de extradición de Washington.