Alexandr Pavlov, guardaespaldas del líder opositor kazajo Mukhtar Ablyazov, contrario al régimen de Nursultán Nazarbáyev, se opuso ayer a su entrega a las autoridades españolas por un delito de terrorismo alegando que su extradición es una farsa y busca sacarle información sobre el líder opositor. Pavlov, cuya extradición apoya la Fiscalía española, está acusado en Kazajistán de participar en 2012 en un atentado con explosivos en la ciudad kazaja de Alma Ata, que fue frustrado por la Policía, y también de fraude bancario, cargos que ha atribuido a una persecución política del Gobierno de Nazarbáyev, en el poder desde hace tres décadas. El Gobierno español ha denegado el asilo político a Pavlov, que se encargó de la seguridad del disidente desde 1995 y fue su guardaespaldas personal, tanto en Kazajistán como en Londres, a donde se trasladó luego el principal líder de la oposición, ahora en paradero desconocido. "Las autoridades kazajas me quieren para conseguir información sobre Albyazov", replicó Pavlov durante la vista celebrada en la Audiencia Nacional. El pasado febrero, el presidente kazajo visitó España, donde firmó un tratado de extradición bilateral publicado el miércoles mismo en el BOE.