LONDRES. La Cámara de los Lores (alta) aprobó el lunes la legislación en su tercera y última lectura, y los Comunes (baja) aprobaron anoche, en un mero trámite, el texto remitido por los pares.

Se espera que la ley, impulsada por el Gobierno británico de coalición formado por conservadores y liberaldemócratas, reciba esta semana la sanción de Isabel II y se convierta oficialmente en ley.

Aunque esté aprobada, el texto legislativo establece que las bodas entre parejas del mismo sexo no se celebrarán en Inglaterra y Gales (Irlanda del Norte y Escocia tienen las competencias transferidas) hasta el verano de 2014.

La cámara alta ya había aprobado el pasado 4 de junio el proyecto de ley en su segunda lectura tras un controvertido debate que se alargó dos días y que amenazaba con devolver la ley a los Comunes a través de una enmienda que finalmente fue desestimada.

Tras superar ese escollo, el proyecto pasó después a un comité de la Cámara de los Lores para un nuevo estudio antes de ser sometido el lunes por última vez al voto de los pares, que lo aprobaron por mayoría, tras lo que pasó anoche al mero trámite de los Comunes.

Durante ese trámite en la cámara baja, la ministra británica de Igualdad, María Miller, dijo que la gente debería poder casarse "independientemente de su sexualidad o género".

La aprobación de la ley es una "afirmación clara" -indicó- de que el "respeto por cada persona es primordial, independientemente de la edad, la religión, el género, el origen étnico o la sexualidad".

Pese a todo, el trámite parlamentario del proyecto ha estado rodeado por la polémica desde que pasó por los Comunes en mayo, cuando el primer ministro conservador, David Cameron, necesitó del apoyo de los laboristas y liberaldemócratas para sacarla adelante, debido al rechazo de casi la mitad de los "tories".

Este proyecto de ley ha contado desde el principio con el apoyo del liderazgo de los principales partidos británicos.

Además de la oposición de un alto número de conservadores a la legislación, la Iglesia Anglicana tampoco la vio con buenos ojos.

Es por ello que la ley incluye la prohibición a que las iglesias de Inglaterra y Gales puedan celebrar bodas gais.

Aún así, cualquier organización religiosa que quiera unir en matrimonio a personas del mismo sexo podrá hacerlo si pide autorización expresa al Gobierno británico.

Desde 2005, las parejas del mismo sexo pueden celebrar uniones civiles en ayuntamientos británicos, lo que les da derechos y responsabilidades similares al matrimonio civil sin estar casados.

Con esas uniones, las parejas gais tienen derecho, por ejemplo, a que uno de ellos pueda heredar el patrimonio del otro si éste muere.

Las parejas heterosexuales pueden contraer matrimonio civil o religioso en el Reino Unido, con todos los derechos que ello implica y las mujeres pueden adoptar el apellido del marido, pero no pueden acceder a las "uniones civiles".