Roma. El vicepresidente del Senado italiano y miembro de la Liga Norte, Roberto Calderoli, pidió ayer perdón a la ministra de Integración, Cecile Kyenge, de origen congolés, por compararla con un orangután, pero dijo que no dimitirá. En una breve declaración, Calderoli aseguró que cometió "una tontería" y dijo que nunca más atacará a ningún adversario político con ofensas de este tipo, que calificó de "execrables". No obstante, aprovechó la ocasión para reafirmar que no tiene intención alguna de dimitir y que continuará criticando la política de "un Gobierno que permite la entrada de inmigrantes ilegales".

Calderoli explicó que tras estallar la polémica llamó por teléfono a la ministra para explicarle que la ofensa se produjo cuando se dejó llevar por el ímpetu en un mitin y cometió "el error grave, gravísimo, de pasar de lo político a lo personal". Sobre la frase en la que comparaba a la ministra con un orangután, Calderoli aseguró que "no quería tener ningún significado racial y aún menos racista". Ante este comportamiento, agregó que nunca más se volverá a repetir, reiteró sus excusas tanto a la ministra como al Senado y añadió que mandará "un ramo de rosas" a Kyenge.

El senador recibió el lunes el respaldo de su partido, la Liga Norte, y la condena del Gobierno de Enrico Letta y del presidente de la República, Giorgio Napolitano.