madrid/la paz. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo ayer que España "no tiene que pedir ninguna disculpa a Bolivia" tras la crisis diplomática con varios países europeos (España, Francia, Italia y Portugal) que no permitían el pasado martes el aterrizaje del avión del presidente, Evo Morales, al creer que podía llevar a bordo a Edward Snowden. García-Margallo hizo estas declaraciones en una entrevista en TVE, en la que además aseguró: "Nos dijeron que estaba dentro", en referencia al exanalista de la CIA, reclamado por espionaje en Estados Unidos.
A causa del cierre de varios espacios aéreos europeos, el avión del mandatario boliviano estuvo retenido trece horas en el aeropuerto de Viena ante el rumor de que iba a bordo Snowden.
El jefe de la diplomacia española aseguró ayer que la actuación de los países europeos respecto al vuelo de Morales responde a que recibieron información -cuyo origen no precisó- de que el exanalista de la CIA estaba en el avión.
La reacción de los países europeos que tomaron medidas "acertadas o desacertadas" fue en función a la información que les suministraron, reiteró García-Margallo. Explicó que se actuó en función a los datos que había y esos "estaban claros", en referencia a esa sospecha de que Snowden estaba a bordo del avión.
El ministro apuntó que, en ese momento, no podía verificar si era verdad o no y que, en caso de que Snowden hubiera estado en el avión, "nos hubiésemos encontrado con un conflicto importante" porque "no podíamos acceder a detenerlo o reenviarlo" a EEUU. "Forma parte del secreto del sumario", respondió al ser preguntado si recibió o hizo alguna llamada a EEUU.
Margallo aseguró que el Gobierno boliviano le garantizó por escrito que Snowden no viajaba en el avión de Morales y se mostró dispuesto a que lo registrasen en el caso de que fuera "necesario". "Ninguna autoridad española puede registrar un avión presidencial, porque tiene extraterritorialidad, y mucho menos en territorio extranjero", declaró el ministro.
El ministro reiteró que los datos de los que disponía en un principio indicaban que Snowden estaba en el avión y en ese momento el Gobierno no podía saber si eso era cierto. "Nos dijeron que estaban claros, que estaba dentro", dijo, sin precisar si esos datos los proporcionó Austria, Estados Unidos u otro país. Pero posteriormente, añadió, La Paz envió la garantía por escrito "nos bastó la palabra del Gobierno boliviano" de que eso no era cierto para saber que esa primera información era errónea.
García-Margallo insistió en que España nunca negó ni bloqueó la escala del avión presidencial en Gran Canaria -que finalmente se produjo por la tarde- ni cerró su espacio aéreo. Al contrario, señaló, el Gobierno español "siempre" dio todas las autorizaciones para esa escala técnica en Canarias.
El embajador español en La Paz, Ángel Vázquez, será convocado por la cancillería boliviana para que dé explicaciones por este incidente aéreo. La ministra de Comunicación boliviana, Amanda Dávila, afirmó que Vázquez será llamado junto con los embajadores de Francia e Italia y el cónsul portugués, y aseguró que Morales "está indignado" por el trato recibido del embajador español en Viena, Alberto Carnero.
Por su parte, la ministra boliviana de Transparencia, Nardi Suxo, pidió que "el Gobierno español tome medidas contra el embajador español en Austria", ya que asegura que el diplomático intentó inspeccionar el avión de Morales "con la excusa de tomar un café dentro".