ankara. Decenas de miles de personas se reunieron hoy en la ciudad de Sivas, en el centro de Anatolia, para pedir justicia en el 20 aniversario de una masacre en la que 37 personas perecieron en un incendio provocado. El 2 de julio de aquel año, una muchedumbre compuesta por islamistas fanáticos incendió el hotel Madimak donde se celebraba un festival cultural de la minoría aleví, cuyos participantes eran tildados de herejes o enemigos de la religión por los pirómanos. En el incendio murieron 33 intelectuales, escritores y poetas, dos empleados del hotel y dos atacantes.
Ayer los manifestantes, llegados desde toda Turquía, marcharon bajo una fuerte vigilancia policial, reforzada por más de 3.000 agentes enviados desde otras provincias, pero sin que se registrasen incidentes. La manifestación, celebrada cada año, fue especialmente llamativa ayer al convertirse en parte de las protestas que sacuden Turquía desde hace un mes y que critican el estilo autoritario del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. "En todas partes Taksim, en todas partes resistencia", "Mano a mano contra el fascismo" y "Tayyip dimisión", fueron algunas de las consignas, mientras que otras denunciaban que siguen sin conocerse los verdaderos responsables de la tragedia de 1993.
La pasda noche, el viceprimer ministro Besir Atalay acusó a la "diáspora judía" de coordinar estas protestas. "Hay círculos celosos del crecimiento de Turquía; se unen con la diáspora judía. Se ha visto la actitud de la prensa extranjera durante los incidentes de Gezi; los difundió de inmediato, sin evaluarlos", dijo Atalay.
Ayer, la Comunidad Judía Turca emitió en respuesta un comunicado para expresar su "preocupación" de que "tales generalizaciones pueden afectar y convertir en objetivo tanto a los ciudadanos judíos turcos como a los judíos en cualquier parte del mundo".