Estambul. La Asociación de Médicos Turcos denunció ayer que la policía turca ha hecho un uso "salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas antigubernamentales que sacuden el país desde hace casi tres semanas. "Desde el 31 de mayo, la policía intenta reprimir las manifestaciones pacíficas y legítimas. Las fuerzas policiales hacen un uso salvaje de los gases contra masas de civiles desprotegidos", indica la asociación, que representa al 80% de los médicos de Turquía, en un comunicado. "Pedimos al gobierno que ponga fin de inmediato a esta violencia bárbara y hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que actúe contra la represión brutal de las exigencias democráticas", indica el texto.

La institución médica denuncia que la noche del sábado, cuando la policía despejó con extrema contundencia a los manifestantes concentrados en la plaza Taksim y en el aledaño parque Gezi, se bloqueó la asistencia sanitaria a los heridos en las cargas policiales y se cerraron los servicios de salud a causa de los ataques de la policía.

En el comunicado, la Asociación de Médicos arroja algunas cifras: durante la semana anterior, más de 11.000 personas sufrieron los efectos del gas, un 65% por ciento de ellos de entre 20 y 29 años de edad y solo un 13% utilizaba máscaras de gas profesionales. La institución médica estima que un 11% de los manifestantes se ha visto expuesto al gas durante más de 20 horas y un 53%, entre una y ocho horas. "Exponerse al gas más de un día incrementa el riesgo de problemas cardiovasculares", subraya la asociación.

Los facultativos critican, asimismo, que solo un 5% de los heridos fuera admitido en los hospitales y señaló como causa el hecho de que los centros sanitarios públicos "fichen" a quienes declaran haber sido heridos en una manifestación, por lo que muchos prefieren mantenerse alejados de los centros sanitarios para evitar ser detenidos. El comunicado recuerda que el Ministerio de Salud abrió una investigación contra el Colegio de Médicos de Estambul por organizar el trabajo de facultativos voluntarios que atienden a los heridos en las cargas policiales. "Hay una caza de brujas" contra los médicos, concluye el texto, al señalar que al menos un médico y un estudiante de Medicina han sido detenidos en Estambul.

El propio gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, admitió ayer que la policía detuvo a varios médicos, lo que justificó con el argumento de que estaban "ayudando a los manifestantes".