cleveland. Una llamada a los servicios de emergencia el lunes puso a las autoridades de Cleveland (EEUU) en alerta: "¡Socorro! ¡Soy Amanda Berry! He sido secuestrada, llevo desaparecida diez años y estoy aquí, ya estoy libre!", decía la voz al otro lado de la línea.
La mujer, que acababa de escapar de la casa donde había permanecido cautiva una década gracias a la ayuda de un vecino que la había visto gritar, pedía a los agentes que se dieran prisa, que vinieran antes de que su secuestrador, que estaba "fuera de la casa", volviera.
"Su nombre es Ariel Castro, tiene como 52 años, y yo soy Amanda Berry. He estado en las noticias durante los últimos 10 años", decía.
Así terminaba el secuestro de tres mujeres: Amanda Berry, la voz de la llamada, desaparecida en Cleveland en 2003 con 16 años y vista por última vez tras salir de trabajar de su puesto en el Burger King, Gina DeJesus, desaparecida en 2004 con 13 años cuando volvía andando del colegio a casa, y Michelle Knight, ausente desde 2002 cuando tenía 19 años.
Aparecía en la casa una cuarta víctima más inesperada si cabe al salir tras Amanda Berry una niña de seis años, su hija. Las autoridades, sin embargo, no descartan que hubiera más embarazos en la casa. La vivienda en la que estuvieron encerradas estaba en el mismo barrio en que residían las tres antes de ser secuestradas y en el que habían sido vistas por última vez.
Mientras las mujeres y la niña eran trasladadas a un hospital local, el MetroHealth Medical Center, donde el doctor Gerald Maloney confirmó que todas estaban "a salvo" y "aparentemente en buen estado", comenzaba la caza del supuesto secuestrador. Ariel Castro, un conductor de autobús escolar de 52 años y el propietario de la casa, fue arrestado en un MacDonalds tras haber huído de la casa. Los hermanos de Ariel, Oneil, de 50 años y Pedro, de 54, también fueron detenidos, ante la sorpresa de vecinos que, a la luz de la noticia, se han percatado de costumbres extrañas, como que las persianas siempre estaban cerradas y al menos una de las ventanas permanecía siempre tapada.
misterios resueltos La vecina Elsie Cintron, que vive a tres puertas de la casa de Castro, contó a The Guardian que una vez vio a una mujer arrastrándose desnuda por el patio de la casa vecina, tras lo que llamó a la policía, pero fue ignorada.
La primera en desaparecer fue Michelle Knight, de 30 años ahora, cuando en 2002 fue vista por última vez en casa de su prima. Sin embargo, su caso no tuvo especial relevancia mediática, ya que fue secuestrada cuando ya era mayor de edad (tenía 21 años) y su familia, alentada por las recomendaciones de la policía y los trabajadores sociales, asumió que se había marchado por voluntad propia tras haber perdido la custodia de su hijo, según informó el diario The Plain Dealer de Cleveland.
La madre de Knight contó sin embargo que hace unos años creyó ver a su hija en un centro comercial al lado de un hombre mayor que le cogía del brazo. Su madre gritó el nombre de Michelle, pero la mujer no se dio la vuelta.
La segunda en desaparecer fue Amanda Berry. Lo último que se supo de ella, el 21 de abril de 2003. es que llamó a su hermana para decirle que volvía en coche a casa desde el trabajo. A la semana, su madre, Louwanna Miller, recibió la llamada desde el teléfono móvil de Amanda en la que un hombre aseguraba que su hija estaba bien y que la volvería a ver pronto. Este hombre nunca volvió a llamar pero la llamada fue localizada la llamada en la ciudad de Cleveland. La policía siempre consideró este caso como un secuestro e incluso practicó las pruebas de ADN a un cadáver que se encontró en Wisconsin, en noviembre de 2008, que, se pensó, podría ser el de Berry.
Por su parte, el director de Seguridad Pública de Cleveland, Martin Flask, reveló ayer que varios agentes se presentaron en enero de 2004 en la casa, cuando las dos primeras ya habían sido secuestradas, para investigar si Ariel Castro había dejado abandonado a un menor en el autobús escolar cuando trabajaba como conductor. Los investigadores "no consiguieron mantener ningún contacto", y el caso no volvió a tratarse. Castro no era además un desconocido para la Policía, pues en 1993 fue acusado de violencia doméstica, pero el juez decidió no procesarlo.
Un año después de la desaparición de Berry, el 2 de abril de 2004, es secuestrada la tercera víctima, Gina DeJesús mientras vuelve andando del colegio, vista por última vez cerca de donde Amanda había desaparecido. Además, según publicó ayer la prensa local de Cleveland, la última persona que vio a DeJesus fue Arlene Castro, la hija del detenido, o al menos eso dijo ella en el programa de televisión America's most wanted en 2004. Otro hijo de Castro, llamado Ariel pero conocido como Anthony, escribió un artículo en el Cleveland Plain Press donde hablaba de la desaparición de Berry y DeJesus e incluso entrevistaba a la madre de una de éstas. Anthony declaró ayer que que se sentía "horriblemente" por la detención de su padre por el secuestro.
Por su parte, el tío de los sospechosos, Caesar Castro aseguró que los miembros de su familia y de la familia de DeJesus habían "crecido juntos" y añadió que su sobrino Ariel era un "buen chico".
Sin embargo, tal y como afirmó el alcalde de Cleveland, Frank Jackson, quedan ahora "muchas preguntas sin responder", como las razones del secuestro y el porqué de que los vecinos no sospecharan de la presencia de las reclusas durante tantos años.
Además, la Policía recordó que sigue la pista a otra chica, Ashley Nicole Summers, residente en el mismo barrio, vista por última vez en 2007 y cuya desaparición fue atribuida a partir de 2009 al mismo autor que el responsable de las de Berry y DeJesus.