PARÍS. La familia Moulin-Fournier viajó desde Yuandé en un avión de la fuerza aérea francesa en el que el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, había acudido para repatriarlos.
Visiblemente afectados por el secuestro, los siete miembros de la familia fueron recibidos por algunos allegados y por el presidente Hollande, que estaba acompañado de su compañera sentimental, Valérie Trierweiler.
Entre las personas que acudieron al aeropuerto se encontraba el presidente de la empresa energética GDF-Suez, Gerard Mestrallet, para la que trabajaba en Yuandé el padre de la familia.
La liberación se produjo la noche anterior en una localidad situada en la frontera entre Camerún un Nigeria.
Los siete franceses habían sido secuestrados en un parque natural del norte de Camerún el pasado 19 de febrero por el grupo islamista Boko Haram, que los trasladó a Nigeria.
En dos ocasiones, la formación reivindicó el secuestro y pidió como rescate la liberación de algunos de sus miembros retenidos en Camerún y Nigeria.
Según el presidente Hollande, Francia no ha pagado por la liberación de los siete miembros de la familia Moulin-Fournier.
Los detalles de la liberación no han sido comunicados, aunque París ha señalado que no ha habido una intervención militar.